Familia pide explicaciones por robo de osamentas en Valparaíso
Fueron llevadas a Caldera y aunque ya están de vuelta, buscan explicaciones.
El calvario de Allinson Soza y su madre se inició en marzo del año pasado, cuando fueron al cementerio y se percataron que la lápida de la tumba de su padre estaba extraña. De inmediato sospecharon que se trataba de un robo y estaban en lo cierto.
Fue un sábado cuando la hija de don Alberto Soza Sidgman que había fallecido el año 2006 acudió a visitar a su padre al Cementerio N°3 de Playa Ancha. Se percató que la lápida había sido manipulada e informó de esto a su madre.
"Ella fue el lunes, exigió que se le abrieran el nicho y con el administrador se percataron que no estaba el bloque de cemento entre la lápida y el cajón y que el cajón estaba abierto. Se llamó a la PDI y se supone que se inició una investigación", relató Allinson Soza.
A caldera
Pero, ¿cómo es que los restos llegaron a Caldera?, Allinson lo tiene claro y sabe que un hermanastro fue el autor material del robo y posterior traslado, con el apoyo de una prima.
"La familia de mi papá, mis abuelos, mis tíos, son de allá y ellos hace muchos años me pidieron que yo les diera la autorización para sacar los restos de mi papá y llevárselos a Caldera para que estuvieran los abuelos con todos los hijos reunidos y yo le dije que no. Mi hermanastro, que no vive en Chile, tuvo una reunión con ellos y ahí él comentó que si yo no le daba la autorización le daba lo mismo porque si tenía que robárselos, se los iba a robar del cementerio", relató a La Estrella.
Allinson cree que su hermano lo hizo con la ayuda de otros familiares y fue hasta el cementerio de esa ciudad a ratificar que los restos de su padre estaban ahí.
Viajó a Caldera en mayo del 2016 y se dirigió al camposanto a averiguar si sus sospechas eran ciertas. "Allá me enteré que efectivamente los restos de mi papá estaban allá y que efectivamente había sido mi hermano el que los había llevado, ayudado por una prima que vive en Caldera, que había trabajado como administradora del Cementerio de Caldera. Ahí me di cuenta que el mausoleo de allá había sido abierto también", sostuvo.
De vuelta en valparaíso
La familia en Valparaíso se contactó con una abogada para agilizar la devolución de las osamentas. Así fue como se tomó contacto con la familia en la Tercera Región donde la misma prima aseguró que ayudó al traslado, pero pensando que el trámite estaba autorizado, por lo tanto se accedió de inmediato a la devolución y traslado de los restos de don Alberto Soza Sidgman al Cementerio de Playa Ancha.
"Hice la denuncia en la PDI y esperamos que a través de la fiscalía se hiciera algo, pero nada. El fiscal que tiene la causa dijo que como esa causa nunca había pasado ante la ley, no es delito. Me dijo, 'esta causa a mi no me trae ningún beneficio y no es importante, disculpa que te lo diga, pero es así' y eso fue todo. No tuve más ayuda, yo presumo que profanar una tumba y robar un cadáver es un delito", relató Allinson Soza.