Michael Seguel P.
Formar parte de una comunidad de WhatsApp en el trabajo puede traer múltiples beneficios, como la posibilidad de entregar rápido un mensaje sin la formalidad de un correo laboral, pero también puede acarrear problemas, si no la utiliza correctamente.
En otras palabras, es un arma de doble filo.
"Si se busca una comunicación más rápida, concisa y directa, WhatsApp se ha vuelto una excelente vía para poder hacerlo", afirma el psicólogo Isaías Sharon, director ejecutivo de Smart Coach, sobre el uso de la aplicación para fines laborales.
Sin embargo, los expertos consultados por La Estrella recomiendan ser prudentes con cada mensaje escrito, de audio o videos que se envíe. Todo, con el propósito de no quedar como "chaleco de monos" al usar este recurso.
¿Con o sin el jefe?
Lo primero es evaluar si es buena o mala idea incluir al jefe en el grupo de WhatsApp. Los expertos recomiendan integrar a alguien de la jefatura si el propósito del grupo es coordinar reuniones o delegar funciones.
Si, en cambio, el propósito es compartir otro tipo de información con los compañeros de trabajo, es mejor mantenerlo sólo entre funcionarios del mismo nivel.
Cuide audios y videos
"Un gran problema de los grupos de WhatsApp es que muchas personas comparten contenidos, comentarios o asuntos que no corresponden al propósito de un equipo que trabaja para cumplir ciertos desafíos y conseguir resultados específicos", afirma Sharon.
Esto conlleva el riesgo de enviar contenidos que pueden ser malinterpretados y que después se usen para dejarlo mal.
"Hay que revisar los mensajes cada vez que se va a enviar uno y más cuando es un mensaje específicamente por trabajo", aconseja Javier Krawicki, co fundador del sitio Tuprimerapega.cl
Así que tenga cuidado con usar estos grupos para repartir "cahuines" o hacer chistes inapropiados. Acuérdese que los mensajes no se borran en Internet.
Y si ya cometió el error de enviarlo, mejor prepárese para dar explicaciones y, cuando corresponda, disculparse.
Los nuevos
Los trabajadores más antiguos son quienes suelen administrar y llevar la batuta de los grupos de WhatsApp de la oficina.
Pero, ¿qué ocurre cuando llega alguien nuevo al trabajo? ¿Cuándo es el momento de sumarlo?
"Los grupos de WhatsApp también pueden ser usados como herramientas de integración", destaca Denise Varas, directora de Recursos Humanos de Adecco, a propósito de los "pajaritos nuevos" del trabajo.
Sin embargo, sumarlos muy pronto puede generar malos entendidos, dependiendo de los "chistes", "memes" o el lenguaje que se use, por lo que se debe tener ese punto en consideración. Esto, además, es otro motivo para ser mesurado con los contenidos que se transmitan por esta vía.
Evite las cadenas
¿A quien no le ha llegado una cadena de oración o con imágenes de desconocidos pidiendo por cada cosa que pasa en el mundo?
Los expertos recomiendan no utilizar los grupos de WhatsApp del trabajo para este fin.
"En general, los mismos integrantes van filtrando el tipo de mensajes, audios y videos", dice Denise Varas.
Horas prudentes
Otro tema importante sobre el uso de estos grupos es la hora a la que se envían los mensajes.
Esto es especialmente sensible cuando se trata de contenidos enviados después de la oficina, ya que mientras algunas personas pueden aceptar de buena forma un mensaje enviado a las nueve de la noche, para otros puede resultar molesto y hasta ofensivo recibir estos contenidos cuando están ocupados con su vida personal. Krawicki dice que ser prudente "ayuda a tener una mejor comunicación, al igual que en la productividad, porque cuando uno está mejor comunicado, el grupo es más productivo".
Denise Varas advierte que, aunque existen los grupos, es importante recordar que el ambiente laboral "se construye día a día, donde la clave es el respeto, la colaboración y la confianza en el equipo de trabajo".