Fabián San Martín D.
Un revelador testimonio de lo acontecido ese aciago 14 de mayo de 2015 en Valparaíso, en que dos universitarios murieron baleados tras una protesta, entregó ayer uno de los protagonistas del caso.
Ignacio Mardones, 19 años, estudiante de un Instituto de Estilismo, relató ayer su visión en el juicio en contra de Giuseppe Briganti, el joven que de un disparo ultimó a los estudiantes Exequiel Borvarán y Diego Guzmán frente a su casa, en la plaza Simón Bolívar.
Ignacio recordó lo vivido ese día, cuando junto a su amigo Andy salieron de El Belloto y en Metro arribaron a Valparaíso con la intención de participar de la protesta estudiantil. Tras ingerir alcohol y toparse con su madre profesora, estuvo en la manifestación donde hubo escaramuzas con Fuerzas Especiales. Huyeron a plaza Victoria donde se toparon con Exequiel Borvarán, a quien conoció en 2013 en reuniones de jóvenes en la plaza vieja de Quilpué. "Era súper tranquilo, siempre andaba feliz con una sonrisa, nunca lo vi triste. Le gustaba ayudar, era de esa gente que contagiaba felicidad", describió así el carácter del fallecido estudiante.
Fatal idea
Al proseguir con su relato, Ignacio sostuvo que en un momento junto a Andy escaparon del carro lanzaguas y perdieron de vista a Exequiel. En la calle Molina tuvieron la que sería una fatal idea, como fue estampar con un plumón un graffiti en una pared. La palabra "Cronus", que es el apodo de Ignacio. Cuando terminaban el rayado, Ignacio sintió un fuerte manotazo detrás de su cabeza. Era un hombre que a empujones le reclamaba por su acción: se trataba de José Briganti, padre del acusado. "Le ofrecí disculpas, que no sabía que se trataba de la pared de su casa y nos ofrecimos a limpiar y pintar, pero el caballero estaba enojado y no escuchaba", afirmó el testigo, que agrega junto a su amigo optaron por alejarse del lugar para evitar una confrontación.
Desafortunadamente el tema no quedó zanjado, y la discusión entre Briganti padre, su pareja y los jóvenes, se extendió hacia la plaza Simón Bolívar, acción registrada en celulares de universitarios. En imágenes exhibidas ayer por la Fiscalía, se observa a Exequiel en uno de los alegatos con la familia Briganti.
Se le aprecia en un actitud pasiva, sin intervenir mayormente. Otros asistentes a la marcha se unieron al conflicto, al que también llegó Giusepe Briganti, que luego ingresó a su casa. "El imputado se asomó por la puerta con un arma que pensamos era de fogueo. Apuntó a quien le llegara no más y disparó. Luego se entró. Todos los pifiamos y gritábamos ¡es de fogueo, es de fogueo!. De repente vi al niño de Quillota en el suelo -Diego Guzmán- que convulsionaba. Todos decían era ataque de epilepsia porque no se veía sangre. Le puse una gorra en la boca, pero después otras personas me sacaron de allí. A Exequiel no lo pude ver. No sabía que el disparo les llegó a los dos. Al rato me llama mi mamá y me dice que habían fallecido dos jóvenes y que uno era Exequiel... me puse a llorar", contó abrumado por la emoción.