Matías Valenzuela
Fue un verdadero fenómeno que se tomó todos los flashs en Valparaíso. El flamante invitado estelar del festival "Como hecho en Casa", tuvo una abrupta salida del muelle Prat luego de una alerta emanada desde la Armada que obligó a los organizadores a desmantelar al coloso de hule.
El día viernes y sábado se dibujó un extenso y lento taco en la avenida Errázuriz, desde su cruce con la calle Francia hasta el propio muelle Prat. La gran cantidad de gente que visitó al "Rubber Duck" para tomarse una fotografía o conocerlo más de cerca en uno de los paseos en lancha, consagraron al popular patito como una de las atracciones más recordadas del último tiempo en la ciudad puerto.
Lamentablemente, la estadía del "Rubber Duck" en las aguas porteñas se vio interrumpida, pues el pronóstico climático del Servicio Meteorológico de la Armada anunciaba fuertes vientos, de hasta 60 kilómetros por hora, que podían poner en peligro al gran pato inflable. En un principio, se supone que el pato se mantendría desde el viernes al domingo, pero en la mañana de ayer, fue desinflado y empacado
"Debido a condición es climáticas adversas, la Armada recomendó el retiro del pato de hule en forma anticipada de la bahía de Valparaíso por un tema de seguridad", se lee en el comunicado oficial de la productora.
Desilusión
Al visitar el muelle Prat la mañana de ayer, se veía que aún se mantenía el ambiente festivo, pues muchas familias asistieron con la ilusión de encontrarse con la atracción amarilla, pero al ver que en el agua no había más que lanchas, la desilusión se hizo presente.
Paula Rivas y su hija de 7 años viajaron desde el sector de Rodelillo para que la pequeña pudiera conocer al pato, y se vieron sorprendidas con el panorama.
"Estamos desilusionadas, se suponía que iba a estar unos días más, pensamos con los niños, como era fin de semana largo, y quedamos ahí pos. Mi hija quedó desilusionada. En Facebook decían que iba a estar, que no iba a estar, y mucha gente pensó que todavía estaba. Nosotros teníamos planeado venir hoy día y no pudimos conocerlo, ella era la que tenía más ganas de ver al famoso pato", comenta la porteña, mientras su hija estira el cuello buscando al esquivo pato de 16 metros de altura.
El merchandising
Sin duda, los comerciantes ambulantes fueron los más agradecidos de la visita del pato de hule, pues las ventas de réplicas en miniatura, de esos que se usan en la tina, se multiplicaron entre todos los niños que acudieron.
Por ejemplo, don Miguel Vargas, se abasteció con 600 patos de hule para vender a $1.000 pesos, y calificó las ventas como "fabulosas", destacando lo original de la atracción que nos visitó.
"Fue muy bonito lo que hicieron de colocar al patito aquí en la bahía de Valparaíso, y ha sido muy bueno para los mismos lancheros y para todos los comerciantes que usted ve acá. Esto ha sido muy fabuloso en el sentido económico porque pudimos hacer algunas moneditas más", señaló con una amplia sonrisa.
Respecto del fallido último día en que el "Rubber Duck" debía despedirse de los porteños, reconoció que "La gente se ha ido un poquito defraudada", pero advirtió que no empañó tanto su trabajo, pues el día viernes y sábado fueron bastante provechosos.
"No nos podemos quejar", confesó.