Fabián San Martín D.
¿Y ahora quien podrá defendernos? , se preguntaban ayer los voluntarios que trabajan en el comedor 421 de la iglesia La Matriz, que se ha visto afectado por una escalada delictual.
El frontis del inmueble fue tapizado de carteles donde se pedía terminar con el robo de especies y comida, y hasta buscaban un superhéroe que acudiera en su ayuda para enfrentar a los malhechores.
Judith Salas, coordinadora del comedor, manifestó que en menos de 10 días han sufrido robos casi a diario. Respecto del modus operandi, los antisociales escalan al techo y luego se descuelgan hacia el patio principal. Utilizan la chimenea de un calefont para bajar.
Una vez adentro registran las dependencias. Quebraron una ventana para entrar al policlínico, donde sustrajeron maquinas de cortar pelo, instrumentos para tomar la presión arterial y medicamentos. En la pared de uno de los baños, los antisociales realizaron una forado para llegar hasta la despensa en que se almacenan alimentos como leche, té, azúcar, aceite, fideos, entre otros productos. "La mercadería que tenemos es donada, porque no tenemos ayuda del Estado ni de nadie, excepto de los colaboradores que aportan un granito de arena", comenta Judith.
En el comedor principal hoy se observan los soportes en que estaba el televisor LED que fue donado hace seis meses. La sustracción de tubos de gas es otra situación que los perjudica, en especial a la hora de elaboración de los desayunos y almuerzos.
En promedio cerca de 90 personas en situación de calle asisten a diario al comedor, cifra que los domingos se duplica. Los comensales pagan una módica suma de 200 pesos por el plato que incluye jugo, pebre y ensalada en algunas ocasiones. Existen sospechoso de ser los autores de los delitos, los que no corresponderían a usuarios del recinto. "Piensan que hay plata pero acá no guardamos dinero. Damos comida a gente que necesita. Es demasiada la maldad y no sabemos que hacer, hemos ido a Carabineros y la PDI pero el problema sigue", añade Judith, que aclara el recinto pertenece a la iglesia La Matriz que cancela el agua y luz, pero los voluntarios se preocupan del resto de los gastos.
Tan compleja es la situación que para el feriado de hoy 9 de octubre el inmueble permanecerá cerrado sin atención a público por falta de insumos. "Pedimos que en el sector, que es patrimonial, haya más vigilancia. Este barrio está abandonado policialmente. No hay rondas en las noches porque los robos son de madrugada. De día asaltan a los turistas... que el alcalde se preocupe más de La Matriz".
De no cambiar el panorama temen que en el futuro el comedor pueda cerrar sus puertas. Por ahora aparte de los recursos que necesitan para seguir funcionando, necesitan mejorar la seguridad con cámaras de vigilancia y una alarma.