Nicole Valverde S.
Algunas latas de cervezas y un par de cajas de vino de cartón abandonadas en el piso, vasos plásticos vacíos, y uno que otro borrachín roncando sobre la vereda acompañado por un perrito callejero, era el panorama mañanero en la ciudad Puerto durante los tres días que se desarrolló el carnaval Mil Tambores 2017.
En forma paralela, personal del Departamento de Aseo de la Municipalidad de Valparaíso madrugaba dispuesto a salir a limpiar las calles -y puntos más concurridos de la ciudad-, para posteriormente realizar un hidrolavado profundo de las calles y plazas.
En ese punto, el encargado del Departamento de Aseo, Felipe Vial, destacó la labor de los trabajadores. También aseguró que los visitantes y los ciudadanos se acoplaron bien a los puntos limpios dispuestos en la ciudad. Aunque "hubo incivilidades en lo que son las plazas Aníbal Pinto y Victoria, con la basura en las calles. Sin embargo, durante la noche se trabajó en conjunto con algunas agrupaciones de reciclaje, principalmente de Tetrapack, latas y vidrios, lo que significó un gran apoyo".
Criticas de vecinos
Por otro lado, los vecinos y vecinas que presentaron el recurso de protección para pedir que se suspendieran los Mil Tambores de este año, y que además participaron en la creación del plan de seguridad junto al municipio y la gobernación, fueron invitados por la municipalidad para hacer un patrullaje por los sectores más críticos para que verificaran en terreno si se estaba aplicando el plan de seguridad.
"Vimos una cantidad de carabineros, carros, motos y hasta helicópteros policiales que nunca antes habíamos visto en la noche en Valparaíso. ¡Jamás!. Y si bien no había puntos fijos de carabineros en los lugares, efectivamente aumentó el patrullaje, por lo que la gente no llegó hasta las zonas residenciales", afirmó Boris Kuleba, vecino de cerro Bellavista, quien a la vez destacó que "no ocurrió lo del año pasado donde había una ausencia total del Estado en Valparaíso".
¿quién se beneficia?
Tanto Boris Kuleba, como Waldo Burgos, presidente de la junta de vecinos 74 del cerro Miraflores, critican a la organización de Mil Tambores, quienes durante años han sostenido que el carnaval es una marcha y no un evento masivo.
"Entonces, ¿quién se beneficia con esto? si los organizadores no se hacen cargo de lo que están convocando -más allá de lo que ellos organizan que son los pasacalles- y decretan la responsabilidad en las autoridades", cuestiona Burgos.
"Los Mil Tambores traen consigo un efecto muy dañino para la ciudad que este año fue evitado. Pero para evitarlo hubo que recurrir a gastos millonarios de parte de la gobernación y de la municipalidad de Valparaíso", agregó Kuleba.
En ese sentido, el dirigente opinó que: "si para evitar que se produzcan los daños que generan los Mil Tambores hay que hacer una inversión multimillonaria, ¿realmente gana la ciudad? o ¿le conviene a la ciudad tener los Mil Tambores? Yo creo que eso es algo que se debería entrar a debatir, si es que la ciudad - y quienes la habitamos- quieren los Mil Tambores".
Y concluyó: "Porque quedó claro que este es un evento financiado por el Estado para un privado, pero que no hay participación ciudadana".