Todas las caras de una nueva versión de Los Mil Tambores
Cuerpos pintados, agrupaciones de todo Chile y del extranjero fueron los puntos altos de la jornada de ayer. Los puntos bajos estuvieron, según el público, en el consumo de alcohol.
Sebastián Paredes y - Nicole Valverde
Parecían estar en un trance. Mientras el retumbar de los bombos y repiques se escuchaba desde casi todos los cerros de Valparaíso, los integrantes de las distintas comparsas que participaron este años de los Mil Tambores no dejaban de bailar, saltar y entregar alegría.
El cansancio no hacía mella y pese a que el sol pegaba fuerte a eso de las 14.45, no fue problema para que a las 15.00 horas en punto, tal como estaba previsto en el programa oficial, se diera el vamos al pasacalles por la avenida Altamirano.
Pero más allá del pasacalles la gran fiesta de los Mil Tambores partió varias horas antes con la realización de los cuerpos pintados y la presentación de algunas batucadas y comparsas más pequeñas.
Arte y liberación
En ese sentido, son las féminas las que siempre sacan la cara, se liberan de las prendas de vestir, y convierten sus cuerpos en coloridas obras de artes como símbolo de empoderamiento, libertad y diversión.
Este es el primer año que Paula Rojas se atrevió a pintar su cuerpo para el carnaval. "Yo antes tenía mucho pudor de mi cuerpo, y de la nada me di cuenta que en verdad es algo totalmente natural. Es bello, es una obra de la vida y que el morbo está en los demás".
La pintura del cuerpo de Paula fue un árbol. Y explicó que "quería que tuviera raíces, y que además tuviera hartas hojitas hacia arriba, porque yo creo que uno tiene que tener raíces bien firmes para recordar de dónde uno viene. Y hojas que sean libres de volar y tratar de alcanzar el cielo".
Entre los cuerpos pintados había un grupo de chicos que también esperaba su turno, sacando la cara por los varones.
"Vine con mi pareja y con mis amigos, y me motivé a pintarme. Así que vamos a participar del pasacalles, bailar, tomar, comer y disfrutar", contó Martín Vega.
Lo bueno
Sin lugar a dudas que el Carnaval de los Mil Tambores es una actividad que al cumplir su mayoría de edad (lleva 18 versiones en el cuerpo) es tremendamente conocida no sólo a nivel regional, sino que también en el ámbito nacional e internacional.
Es el caso de Alejandro Vásquez, quien junto a su grupo viajó desde Concepción hasta Valparaíso exclusivamente para presentarse en los Mil Tambores.
"Nos estamos preparando exclusivamente para esto hace más de cuatro meses y hoy es el punto cúlmine", señaló Alejandro, mientras no deja de mover sus pies con los ritmos nortinos con su compañía Thukuri Concepción.
El joven agregó que "sólo venimos por el día y una vez que terminemos acá nos vamos de vuelta a Concepción; es sacrificado, pero valió la pena".
Otro de los puntos altos fue la limpieza que en forma constante y a través del pasacalles, realizaron integrantes del grupo Amamos Valparaíso, quienes disfrazados al mismo tono del carnaval invitaban a las personas a depositar sus desechos en bolsas plásticas. La medida fue aplaudida por la mayoría de las personas, quienes gustosas cooperaban con el aseo de la avenida Altamirano.
También es destacable el hecho que los Mil tambores sea un carnaval inclusivo y abierto a la familia. Parte de ese grupo es Patricia Guerra, quien junto con su hija viajó desde Peñablanca para presenciar el pasacalles. "No me arrepiento, es espectacular y me encanta ver a los jóvenes bailar y ponerle el ala a esto. Además lo bueno es que los no tan jóvenes también disfrutan y bailan; la verdad me encantó", señaló Patricia en conversación con el diario La Estrella.
Dentro de esta inclusión también vale la pena destacar a la agrupación de Senegal, quienes con sus tambores lograron deslumbrar a los asistentes a este evento que congregó a más de diez mil personas.
Lo no tan bueno
Pese a la ley seca interpuesta por la municipalidad de Valparaíso a contar de las 21.00 horas por los días que durara el carnaval, el consumo de alcohol en el pasacalle fue alto. Así lo notó David Palacios, quien junto a su hijo acudió al pasacalles central de los Mil Tambores en donde, pese a disfrutar del espectáculo, tuvo palabras para el consumo y la venta indiscriminada de alcohol. "Se supone que hay ley seca, pero acá yo veo un montón de gente vendiendo cervezas a mil pesos. Entiendo que es algo que tal vez es difícil de controlar, pero por lo menos deberían tratar de hacer un esfuerzo", sentenció David, quien agregó que "se supone que quieren hacer una fiesta familiar, pero hay varios que ya están borrachos. Lo mismo pasa con el consumo de marihuana, el cual en los alrededores es mucho sin ningún tipo de control".
En relación a lo mismo, casi al finalizar la jornada de ayer efectivos de carabineros de la Segunda Comisaría Central de Valparaíso, procedieron a la detención de un sujeto de Santiago de 21 años de iniciales H.G.B.E, quien realizaba venta de cervezas en el pasacalles. Las cervezas las mantenía ocultas en la parte posterior de un vehículo.
El balance oficial de los organizadores está programado para hoy.