Carla Olivares Rojas

Iván Huerta es de Quilpué, pero gran parte de sus días los pasa recorriendo distintos países. Trabaja con artistas de la talla de Nicky Jam, Joe Montana o Mike Bahía y es manager de Carolina Soto y Bonnie Love, artista número uno en Perú, Bolivia y Paraguay, por eso que su centro de operaciones está en Miami, lugar del que pudo salir tras varios intentos por la amenaza del huracán Irma.

Pese a que tenía pasaje a Chile para la próxima semana donde se reunirá con su esposa e hija, el lunes pasado comenzó a intentar adelantar el vuelo. Miami empezaba a desabastecerse de agua y combustible y la amenaza del huracán estaba a la vuelta de la esquina.

El miércoles estuvo varias horas en el aeropuerto esperando salir, pero cada minuto que pasaba se hacía cada vez más difícil abordar. Los vuelos estaban llenos y el Miami International Airport estaba atestado de gente.

"Este es un aeropuerto seguro, pero toda la gente está saliendo de aquí y los que no se van dejaron los supermercados sin agua y las bombas repletas cargando combustible. Yo estoy aquí ansioso, porque me quiero ir y estoy nervioso porque nunca he vivido un huracán, si no me logro ir hoy voy a tener que ver la forma quizás de arrendar un auto y manejar a Orlando y de ahí tirarme lo más allá posible hacia Tampa quizás", dijo la noche del miércoles a la espera de un vuelo.

Desde el lunes, dice, que ya no había agua embotellada y en las bencineras, las colas para cargar combustible eran de dos horas por lo menos. Todos están informados de lo que pasará minuto a minuto, lo que les ha dado tiempo a la gente de actuar y tomar decisiones.

Durante la noche del miércoles abordó un vuelo que saldría a las 10.37 hora local, subió al avión y comenzó a acomodarse para salir de la loza con destino a La Paz, Bolivia, pero una falla de motor los obligó a devolverse.

"Apenas nos bajaron del avión yo me vine a mi departamento y se supone que ahora a la una de la tarde sale el vuelo. Hay caos por todos lados, pero toda la gente tuvo que pasar la noche en el aeropuerto. Yo creo que acá están entregados porque casi no se escuchan reclamos, yo creo que la gente tiene miedo y no queda otra que esperar o esperar", dijo ayer en la mañana mientras se preparaba para volver al aeropuerto a abordar el vuelo que finalmente lo llevó a La Paz.

La luna de miel

Silvana Casareto y Sebastián Nuñez se casaron el pasado viernes 1 de septiembre y llegaron a Punta Cana el martes 5, lugar donde se conocieron y celebraron su primer año de pololeo. Era un viaje esperado, el más importante de sus vidas, ahora como marido y mujer, pero no contaban con que el huracán Irma los estaría esperando con toda su furia.

"Cuando llegamos al hotel nos enteramos del huracán Irma. Desde ese día acá nos han tenido súper informados de lo que va a pasar, de lo que tenemos que hacer y de lo que no podemos hacer. Están cerradas la playa y las piscinas; el día martes empezaron a cerrar los bares y los restaurantes de la playa con maderas en las ventanas y nadie podía estar merodeando el hotel después de las 7 de la tarde", dijo la viñamarina desde la habitación del hotel donde se oye la lluvia caer con intensidad.

Hasta las 14.00 horas de ayer tenían prohibición de salir desde la pieza y el desayuno se los llevaron a los dormitorios. República Dominicana está paralizada hasta el lunes, nadie acude a los colegios ni a los lugares de trabajo, mientras los turistas aguardan a que pase el huracán.

"Hay mucho viento, no ha parado de llover, hay muchos truenos, relámpagos y estamos esperando las instrucciones que nos da el hotel. Nosotros con mi marido hemos tratado de mantenernos resguardados y hacer caso en todo. Hemos estado bien, aunque nerviosos y en constante comunicación con la familia y amigos, menos mal que esto nos tocó los dos primeros días y que todavía nos queda una semana para estar acá", señaló la recién casada que en horas de la tarde ya pudo salir con su esposo a dar una vuelta por el sector.