12 locatarios del Cardonal reciben apoyo tras incendio
Se trata de la firma y puesta en marcha del contrato a través del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec, dependiente del Ministerio de Economía), por un monto de más de 4 millones de pesos, por cada afectado a ejecutarse en 4 meses.
Es jueves. La humedad impregna el entorno. Y pareciera que en el Mercado El Cardonal hay más gente de lo habitual en esta cruda fecha cuyas ventas, dicen urgidos algunos comerciantes al paso, están a la baja (en un 30% calculan al ojo en algunos puestos).
Eso mientras clientes, vendedores, feriantes, camioneros, prensa y autoridades revoletean en la pintoresca construcción de dos pisos que data del siglo XIX -edificado cerca de la Plaza O'Higgins-, y que luego sería remodelado en 1912, a raíz del terremoto de Valparaíso (1906), en el sector de El Almendral.
Lejos de ese torbellino de luces reunidas en la segunda planta del edificio a la espera de un anuncio que promete 57 millones de pesos a recibir cortesía del Sercotec -a través del programa Crece- entre 12 locatarios para reactivar sus negocios, el laberinto al interior del abasto se torna claroscuro en pasillos. Unos que fueron, por décadas, terreno de aquellos cargadores de oficio al alero de contundentes objetos que balanceaban con la maestría propia del mejor de los equilibristas.
Ya en calle Rawson asoma una gatita con pintas de tres colores. Es Pulsera, así se llama. Se acicala sobre un cajón repleto con los productos estrellas de aquí: tomates y naranjas.
"Pulsera fue lo único que se salvó el día del incendio en este local. Se quemó sus patitas; la rescatamos bajo la cortina", cuenta Juan Araya, quien lleva más de 35 años como propietario y cuyo negocio, que el día 7 de junio pasado quedó sumergido entre cenizas en aquella noche que estremeció al alma porteña, recuerda, dependen dos familias.
Pero hoy es otro día. Así lo prefiere creer Araya. "Nos hemos ido instalando, de a poco". Y ese "de a poco" implica habilitar nuevamente un segundo piso: el altillo donde se guarda mercadería y cajones a hoy inexistentes. "Eso se cayó y quemó todo", añade inquieto.
Pero hay buenas nuevas. Todo aquello que este comerciante perdió durante el siniestro estructural, vale decir, mercadería, computador, impresora, documentos... será repuesto gracias, precisamente, a ese anuncio matutino.
Misión cumplida
Y es que de acuerdo a Jorge Dip, gobernador provincial de Valparaíso, ya ante los medios y locatarios, destaca que se abocaron al día siguiente de la tragedia a una tarea: que los locatarios afectados pudieran echar a andar sus negocios a la brevedad. "Lo único que querían era volver a trabajar. Como Gobierno no sólo vamos en su apoyo, debíamos estar a la altura. Labor conjunta entre el municipio de Valparaíso (hicieron el catastro), Sercotec, Gobernación Provincial, Intendencia. Esto es una promesa cumplida".
Por su parte, Víctor Hugo Fernández, director regional de Sercotec, concuerda con Dip: se trató de una promesa cumplida. "Hablamos de más de 44 personas sin trabajo. Creamos un programa especial para El Cardonal. Los locatarios disponen de casi 4 millones 700 mil pesos, con un pequeño aporte de 250 mil pesos de ellos, eso en activos fijos y capital de trabajo para que pongan en funcionamiento sus locales". La autoridad aclaró que son 12 locales, de un total de 13, "que vamos a resolver en la semana".
En el ADN Porteño
Un poco más allá, entre pilastras y sacos llenos, Gustavo Martínez, quien lleva cuatro años en este negocio -que arrienda- pero una década en el Mercado, también fue parte de esos 12 locatarios que en principio salió afectado por los daños, pero que a través del apoyo de Sercotec, lo agradece "como un beneficio caído del cielo", pese a reconocer que no espera nada de nadie. En seco.
Aún se aprecian vestigios del calor. Pilares negruzcos, plásticos disueltos. Al día siguiente de las llamas, rememora Martínez, tuvieron que sacar rumas de material de las pilastras quemadas. "Ese miércoles teníamos harto material de venta. Al final todo fue escombro y cenizas. Salimos perjudicados, ¡pero qué diablos!". De esa fecha, comenta que llevan un mes y medio en labor con Sercotec. "Ellos (un operador -de varios- de Sercotec) nos compran los productos que nosotros cotizamos. En ningún caso nosotros vemos la plata, que hay que justificarla a través de una cotización, con un tope de 4 millones acorde a nuestra pega. Por ejemplo, en balanzas, carros, yeguas, incluso computador e impresora".
Lucía Molina, representante del Mercado Cardonal de Marisquería La Granja, fue damnificada y con ella, "14 personas con contrato a las cuales no les podía decir que no hay trabajo". De allí sus palabras de buena crianza para quien todo se sucedió de manera rauda. "Una bendición esos 4 millones y medio. A lo mejor no es suficiente, pero sí agradecida porque no va a ser reembolsable, tengo entendido. Así podremos comprar maquinarias que nos faltan", dice Lucía, con la misma fe de sus colegas, Juan Araya y don Gustavo.