Los niños y sus familias se tomaron los parques y plazas
Durante todo el fin de semana se realizaron actividades dedicadas a los regalones. Buenos regalos, juegos y paseos, marcaron lo que fue una grata jornada familiar.
Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
Después del final de la Primera Guerra Mundial, la sociedad comenzó a tomar conciencia sobre la necesidad de proteger los derechos del niño. Treintaiséis años más tarde, en 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendaba"que a partir de 1956, se instituya en todos los países un Día Universal del Niño que se consagrará a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinará a actividades propias para promover los ideales y objetivos de la Carta, así como el bienestar de los niños del mundo, y también a intensificar y extender los esfuerzos de las Naciones Unidas a favor y en nombre de todos los niños del mundo".
Fue así como en los años noventa, mucho tiempo después de esa convención de las Naciones Unidas, nuestro país inició las celebraciones, durante el segundo domingo de agosto, en pos de preservar los derechos de la infancia.
Día del niño en belloto
Luis Astudillo trabaja siete días, por otros siete de descanso, en las minas del norte. Aprovechando que le tocó pasar este día del niño en medio de su relajo, no encontró nada mejor que salir por ahí con sus pequeños nietos, Lucas y Renato, a las actividades que organizó la Municipalidad de Quilpué, en el Portal El Belloto.
En ese lugar se juntaron abuelos, padres, madres y niños, a compartir en torno en un buen número de opciones. Zumba para adultos y para niños, mini fútbol, mini básquetbol y otros tantos juegos que, con animador incluido, hicieron de algo sencillo, un momento agradable, lo que se vio reflejado en los ojos de los niños que ahí andaban.
Luis Astudillo jugaba con una pelota de baloncesto, de la mano de sus pequeños nietos, Lucas y Renato. La "alegría de la casa" los llamaba, mientras se movía con ellos, tal como en sus mejores años de juventud.
Antes de eso, en la mañana, los sorprendió con una camiseta de la selección, una para cada uno. Ambas quedaron completamente sucias, antes de salir al centro.
"Hace un rato les compré unos helados y, como son mañosos, los dejaron", contó.
Cree como tata que es, que no hay nada mejor que compartir un rato con los nietos. "Uno tiene que darse el tiempo de salir con ellos, porque además, nos llenan de vida. Con pequeñas cosas son tan felices, como jugar con una pelota de basquétbol, por ejemplo", comentó.
La Municipalidad de Quilpué, en conjunto con el Instituto Nacional del Deporte, estuvieron a cargo de que todo saliera como dios manda. Desde las 10.00 de la mañana, hasta las 14.00 horas, estuvo Maximiliano Araya, coordinador municipal del Departamento de Deportes, vigilando que los planes resultaran.
La clase de GAP (Glúteos, abdominales y piernas), fue una de las atracciones para los padres, que acompañaban a sus hijos. "Tuvimos un poco zumba kids, que sumó a muchos niños a participar. Más de 500 personas llegaron, lo que para nosotros es un privilegio, porque cumplimos nuestro objetivo de darle a este día un tono familiar, como corresponde", recalcó Araya.
Valparaíso paralizado
La Avenida Brasil ayer estuvo repleta de gente pasando por el día del niño. Carritos de comida, ambulantes, exhibiciones varias, y grupos musicales, fueron la compañía perfecta de los padres que, mientras caminaban, iban cumpliendo los deseos que pedían sus hijos.
"Mamá puedo pescar algo", decía una niña, apuntando con su pequeño dedo hacia una piscina de plástico, que en su interior tenía unos peces de goma. Eso es lo que todos conocen como pesca milagrosa, en donde pagas unas pocas monedas para recibir, luego, un regalo para niño o niña. Esa madre accedió sin objeciones y con una cara que daba cuenta de un claro aburrimiento.
Paseo a caballo
Moza, Tormenta y princesa, son los nombres de las yeguas que, por sólo mil pesos, paseaban durante diez minutos a los niños y niñas que querían hacerlo.
Paulina Olguín es quien le da vida a este clásico panorama que, en el último tiempo, ha sido cuestionado por ciertos grupos animalistas. "Que me vengan a decir algo. Es fácil ser animalista, cuando no tienes idea sobre animales. Estos caballos los tengo en mi terreno, donde además, crío gallinas y chanchos", alegaba Olguín.
En unas cuantas horas, solamente, se había hecho de buenos ingresos. Aunque reconoce que no le gusta explotar tanto a esas yeguitas".