Valparaíso chantajeado
El puerto de Valparaíso como todos los puertos del país, se encuentra chantajeado por uno de los sindicatos más poderosos y tenebrosos del país, los portuarios y ello, sólo gracias al tremendo daño que causan a la economía nacional y regional, con sus criminales paros y huelgas.Todo lo anterior, es sólo gracias a la cobardía del Gobierno de turno, que no utiliza las herramientas que les da la Constitución y ley para evitar estos chantajes.También la responsabilidad es del Parlamento, que no los han acusado constitucionalmente, por restarse de aplicar la legislación vigente.
Con los paros y huelgas de estos siniestros sindicatos, se ha perjudicado notablemente entre otros, a miles de pequeños y medianos empresarios que viven del turismo, como también a los trabajadores de este rubro que han quedado cesantes o aquellos que perdieron su oportunidad de salir de la cesantía, situación que continuará mientras el Estado de Chile, no dé garantías de seguridad para que los cruceros puedan recalar sin inconvenientes en nuestros puertos.
Algunos ilusos estiman que la solución está en crear puertos especiales para el turismo, como si los sindicatos de esos potenciales puertos no realizarán paros o huelgas con los mismos funestos fines. Esta idea, es una analogía al chiste de don Otto.
Otra vez por la prensa
Cuando la ex Ministra Javiera Blanco, hoy miembro del CDE, declara que supo por la prensa de algunos detalles de la muerte de Lissette en caso SENAME, trae a la memoria de cómo también por la prensa nuestra Presidenta Bachelet se enteró del bullado Caso Caval.
¿Estarán demás los organismos, las personas designadas o los asesores directos o sencillamente no hacen bien sus pegas, debidamente pagadas por todos los chilenos, la que es de mantener informadas a nuestras altas autoridades de lo que ocurre en Chile, porque al final sólo se enteran por la prensa, según sus propias declaraciones, lo que claramente resulta más barato para todos (sólo comprar el diario), pero no se condice con las obligaciones y decisiones de sus altos cargos?
Jaime Manuel Ojeda Torrent.
Luis Enrique Soler Milla.