Con un rastreo masivo quieren hallar a Lissete
Decenas de amigos y compañeros marcharon para acompañar a la familia en las cercanías del faro Punta Ángeles.
Mirian Mondaca Herrera y Matías Valenzuela.
Con la esperanza de encontrar a la joven Lissete Ahonzo, más de 50 personas marcharon desde la casa central de la Universidad de Playa Ancha hasta el faro Punta Ángeles, para colaborar en las labores de búsqueda de la joven de 19 años desaparecida desde el lunes.
El grupo estaba conformado por amigos, compañeros y profesores de la universitaria, quienes efectuaron un rastreo por tierra en una extensión cercana a los 2 kilómetros.
Los voluntarios se dividieron en grupos de 10 para apoyar la búsqueda del personal de la Armada y Bomberos. El coordinador de este equipo de búsqueda de los amigos de Lissete, el rescatista y bombero Juan Carlos Espinoza, recalcó que en estos momentos es necesaria la mayor cantidad de personas posible. "Necesitamos muchas manos para que encontremos rápidamente a Lissete. La idea es tener motivación para que se vea un poco más de animo y traspasárselo a la familia".
Durante la cuarta jornada de búsqueda de este grupo voluntario, el rastreo se concentró en el borde costero desde caleta El Membrillo hasta las cercanías del faro Punta Ángeles. Hasta el lugar, en representación de la Universidad de Playa Ancha, llegó su rector, Patricio Sanhueza, quien confió en que la labor conjunta de los voluntarios y los equipos especializados den positivos resultados en las próximas horas. "Hemos contado con un extraordinario apoyo de parte de los estudiantes, que desde el primer momento están acompañando a la familia (...) además, las instituciones se han puesto a disposición de encontrar a nuestra alumna".
No pierden la fe
Como cada día, desde que comenzó la búsqueda, los padres de la universitaria con domicilio en Placilla llegaron hasta el faro Punta Ángeles con la esperanza de que esta vez sí la encontrarían. Lamentablemente, hasta el cierre de esta edición, la búsqueda no ha arrojado resultados.
Aunque a medida que pasan los días, crece la incertidumbre y bajan las expectativas de encontrar con vida a Lissette, su familia no pierde la fe. Su padre, Juan Ahonzo, confía en que las labores de búsqueda den buenos resultados y su hija aparezca sana y salva. "Como le daban sus ataques de pánico a veces cuando estaba con mucha tensión, puede que haya dejado sus cosas ahí donde la encontraron (el martes) y se haya ido. Todavía queda una chispa de posibilidades de que aparezca", señaló el padre.