Camila Espinoza Lopez

Hace algunos días, la escuela de adiestramiento canino de Carabineros presentó los sofisticados accesorios que pondrán a los perros que participen en operativos en sectores cordilleranos. Estos contarán con zapatos especiales para no quemar sus patas en la nieve y antiparras con filtros UV para proteger su vista, además de chalecos, con el logo institucional, para el frío.

¿Pero qué ocurre con los perros "civiles" a los que sus amos también ponen accesorios invernales? ¿Hasta qué punto es conveniente taparlos con polerones, y cuando esto podría perjudicar a su mascota?

"La temperatura promedio de un ser humano es de 36,3 grados centígrados, mientras que la de un animal es de 38 C°. Esos grados corporales extra permiten a los gatos y perros soportar mejor el frío, pero también es algo relativo. Hay algunos que tienen tres capas de pelo, mientras que otros son muy sensibles", dice Taryn Diederichs, coordinadora veterinaria de Pet Happy.

Los más expuestos en esta época serían los cachorros y animales más viejos, porque tendrían problemas para regular su temperatura, afirma. Por esto, hay que analizar caso a caso cada artículo.

Las capas

Con la intención de que sus animales no pasen frío, los dueños suelen optar por poner capas de ropa a sus mascotas. Entre las más económicas están las que están hechas de polar.

"Siempre hay que considerar la raza, el pelaje y su edad para evaluar con qué prenda abrigarlos. Por eso, es mejor asesorarse con los especialistas", dice Diederichs.

Francisca Montero, médico veterinario de Royal Canin, agrega que hay que buscar el modelo ideal: "Existen capas diseñadas para perros y gatos sin comprometer su movilidad y comodidad. Siempre es recomendable respetarlos como especie y utilizar ropa o capas adecuadas para ellos, que son ideales para mantenerlos abrigados y cómodos en época invernal".

La veterinaria añade que, si el animal pasa la mayoría del tiempo dentro de la casa, quizás no sea necesario que tenga un chaleco.

"Es recomendable utilizar las capas para sacarlos a pasear y quitarlas al regresar; así evitaremos tenerlos sobre abrigados o dejarlos con alguna manta, por ejemplo, de polar, que esté humedecida y traiga más riesgos de enfermarse", plantea Montero.

Ojo con Los zapatos

Otra alternativa para los dueños es comprar zapatos o calcetines para sus mascotas.

Diederichs no es partidaria de generalizar el uso de estos artículos. Sostiene que es importante que las patas de la mascota tengan contacto directo con el suelo: "En las patas tienen unos pequeños pelos que sirven como sensores, de forma que buena parte de su contacto con el exterior se produce en sus extremidades que llegan al suelo. A esto le sumamos que el sudor que sus patas segregan permite a los perros marcar territorio y saber por dónde pasaron".

Montero recalca que "siempre es importante respetar a nuestras mascotas como especie y nunca humanizarlas. Gatos y perros no termorregulan la temperatura como los humanos, ya que no tienen glándulas sudoríparas. Regulan su temperatura a través del jadeo, de sus almohadillas o del contacto directo con la superficie. Por este motivo, no es recomendable el uso de zapatos, salvo ciertas excepciones como calor extremo, nieve o hielo".

Antiparras

La veterinaria también se refiere al uso de antiparras o anteojos para animales y señala que sólo, bajo ciertas condiciones, podrían ser útiles.

"Proteger la vista en la montaña es menos común, pero si son de un material aprobado por un Médico Veterinario especialista u oftalmólogo, por supuesto que puede ayudar, siempre y cuando el perro esté adaptado a utilizarlo", dice Montero.