Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.
Desde que fue diagnosticada de cáncer rectal, las tardes de Mirtha Pérez se han vuelto monótonas y llenas de incertidumbre. A ese difícil panorama se suma la soledad, que se termina cuando vuelva a casa su esposo René Negrete, quien debe trabajar incansablemente para reunir algo más de recursos y asumir los altos costos del tratamiento y los medicamentos.
Luego de su diagnóstico, la mujer comenzó un deambular por recintos de salud y, en particular, y el servicio de oncología del hospital Carlos van Buren. Antes, en el sector privado, se sometió a una colonoscopía y dos biopsias, además de una rectoscopia en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
Luego de ser citada por médicos del recinto porteño para las instancias preparatorias para el tratamiento de quimioterapia y radioterapia, a Mirtha se le encargó la realización de un examen PET-CT. El estudio, incluso a través de Fonasa, tiene un costo cercano a los 300 mil pesos y por el momento no está disponible en la región en recintos de salud públicos.
Lo costoso del examen era una dura barrera que ellos debían superar, lo que sumado a los intensos dolores, hacía que cada día que pasaba aumentara la inquietud. "No podíamos esperar más tiempo. Estábamos desesperados por conseguir la plata el examen", cuenta René Negrete, esposo de Mirtha.
Sin costo
Cuando el marido de Mirtha ya había comenzado una campaña a través de las redes sociales, con amigos y familiares para juntar el dinero necesario, un llamado les devolvió la esperanza. Tras enterarse de la cruzada de René y la publicación hecha por La Estrella hace algunos días, profesionales de Clínica Bupa Reñaca se contactaron con la conconina para realizar el examen sin costo alguno.
El tiempo corrió a favor de Mirtha y, más pronto de lo que pensó, ya estaba junto al cuerpo médico del recinto. Tras realizarse el estudio, cuyo proceso total se extendió por cerca de dos horas, la conconina se mostró más optimista frente al largo proceso que deberá seguir para enfrentar su cáncer rectal. Sabe que serán innumerables los gastos y complejos momentos que tendrá que enfrentar para salvar su vida, pero al menos, recibió ayuda esta vez. "Estábamos juntando peso a peso y esto la verdad que nos cayó del cielo", comenta la mujer.
Pet-ct
La clínica viñamarina es el primer centro fuera de Santiago en incorporar la tecnología. Ésta es una herramienta superior al Scanner y la Resonancia Magnética y consiste en la inyección de un radiofármaco similar a la glucosa, que facilita la detección de tumores de manera más precisa.
Sobre la tecnología, el doctor Osvaldo Giannini, oncólogo radioterapeuta del Instituto Oncológico de la clínica, indicó que "hace posible distinguir un tumor activo de uno no viable o sólo remanente tumoral cicatrizado".