Fabián San Martín D.
En medio de aplausos y expresiones de júbilo de parte de familiares de la víctima, ayer fue ingresada al complejo penitenciario de Valparaíso la mujer que asaltó y propinó una brutal golpiza a una anciana de 87 años, la que se mantiene internada en el hospital Van Buren.
Pasadas las 13.15 horas en el tribunal de garantía porteño se realizó la audiencia de control de detención de Maritza Andrea Monsalve Huerta, de 33 años. La mujer que dijo ser comerciante ambulante, pero que testigos la sindican como cuidadora de autos, fue formalizada por la fiscal Marcia Rivas por el delito de robo con violencia calificado.
La abogada relató lo ocurrido la mañana del sábado 8 de julio en el pasaje Chacón. La señora Ilda Martínez, de 87 años, alimentaba a perros afuera de su hogar, cuando apareció Maritza a pedirle un vaso de agua. Cuando terminó de beber, la imputada empujó a la octogenaria hacia el interior de la casa, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. "Dónde está la plata, entrega todo el dinero, todo lo que tengas", vociferaba la antisocial, mientras le daba patadas y golpes de puño al rostro.
Brutalidad
Con un cinturón quiso ahorcarla, y como método de defensa Ilda se quedó inmóvil recostada. ¿Te estai haciendo la muerta? la recriminó la agresora, que la arrastró por el piso y siguió con la golpiza. La abuelita atinó a pasarle un monedero con 10 mil pesos. Después la asaltante abrió cajones para buscar otras especies, y la víctima se ocultó en el baño hasta que se fue.
Como pudo salió a la calle a pedir ayuda a sus vecinos. La llevaron al Van Buren donde le diagnosticaron fracturas de mandíbula, nariz y la pared facial, así como fractura costal izquierda. Las imágenes de una cámara de un negocio fueron vitales para que la SIP de la Segunda Comisaría Central identificara a la malhechora, que fue reconocida fotográficamente por la víctima, una testigo y la propia madre de la imputada, que es ambulante de calle Condell. Ella declaró a la policía que su hija llevaba 15 años adicta a las drogas, con malas amistades, y que le puso una orden de alejamiento ya que le robaba su cosas para satisfacer el vicio de la pasta base.
La detenida fue formalizada por robo con violencia calificado, y la fiscal Marcia Rivas pidió su prisión preventiva por considerarla un peligro para la sociedad y la víctima, además de existir peligro de fuga. No tiene irreprochable conducta anterior, porque tiene antecedentes por lesiones leves, riñas y otros delitos.
El defensor penal Humberto Ramírez arguyó que su cliente es drogadicta, que fue atendida en el hospital siquiátrico Del Salvador, y a futuro podría ser declarada inimputable ante la ley. Solicitó su arresto domiciliario total. Pero la magistrada Ingrid Alvial remarcó que está acreditada la participación en el ilícito, y no hay antecedentes de una inimputabilidad en esta parte del proceso, por lo que determinó la prisión preventiva durante los 100 días de investigación de la Fiscalía, decisión saludada por familiares de la afectada.