El porteño mágico que cuida las sonrisas de los niños del país
Liderando una cruzada que llegó más allá de lo que él mismo pensaba, Luis Muñoz, supo combinar su pasión con su vocación para forjar la "Magicoterapia", un modelo educativo-artístico que saca aplausos en todo el mundo.
Un soñador con alma de artista, el playanchino Luis Muñoz se convirtió sin darse cuenta en el responsable de un programa de salud que ha llegado a todos los rincones del país e incluso ha resonado en el extranjero. Combinando la música, la magia y la salud bucal, el porteño ha podido exportar su querida "Magicoterapia".
Los orígenes, no oficiales, del proyecto se remontan a la juventud de Luis Muñoz, cuando aún estaba en primer año de la carrera de Técnico en Odontología, en Duoc UC, sede Valparaíso.
Para pagar sus estudios, el joven cantaba en locales nocturnos y festivales populares, ya que el canto siempre fue su gran pasión, al mismo tiempo le gustaba practicar trucos de magia que fue perfeccionando con el tiempo.
En su cabeza, revoloteaban las ideas de un proyecto personal con el que quería enseñar didácticamente a los niños a cuidar su dentadura. Su primer intento serio por poner en marcha el proyecto fue abofeteado por los convencionalismos de la odontopediatría tradicional.
"Yo llegué con una mochila cargada de ilusiones, en el año 2007, en mi primer año de estudio, cuando se me ocurrió esto de la Magicoterapia. Yo llegué y le dije mi idea a un profesor del que prefiero omitir su nombre, y el caballero me escuchó súper atento, él era como una eminencia en la materia. Me miró a los ojos y me dijo textual: 'Tú creís que la odontología la vas a transformar en un circo', esa onda. Yo quedé impactado porque no me esperaba algo así. Me decía que no iba a cambiar el mundo de la odontología, que era muy cerrado. Hace seis meses ese mismo doctor me contactó para capacitar a un staff de profesionales sobre la Magicoterapia", comenta Luis Muñoz.
El escape
Luego de ese traspié, Luis continuó su carrera, y una vez que egresó de su carrera, trabajó como técnico en odontología en el sector privado y después en el público. Allí, se sintió como un pájaro enjaulado, ya que su trabajo se remitía netamente a tratar pacientes bajo el funcionamiento común de cualquier centro de salud, no había cabida para proyectar sus ambiciones, así que con un pragmatismo admirable, renunció luego de tres meses sin tener ningún plan B.
Durante ese tiempo, recibió la ayuda de la Escuela de Salud de Duoc UC Valparaíso, que le ofreció un cargo que le dio mayor libertad para plasmar su proyecto, hasta que tuvo la opción de presentarlo ante las autoridades, en lo que fue la audiencia más importante de su vida.
En frente de las autoridades del Ministerio de Salud, el hombre detrás de "Magicoterapia" desplegó su material y realizó lo que sería su primera presentación oficial, sintiendo todo el peso de la relevancia que tenía dicho encuentro.
"Yo era un N.N; ni siquiera tenía terminada la carrera, era como un casting odontológico. Yo estaba nervioso, estaba parado frente a los caperuzos de la odontopediatría del país. Fueron más fuertes las ganas de darle para adelante y potenciar algo que yo sentía en mi corazón que iba por el buen camino. Grabé un video explicativo con mis compañeros, y ahí me sirvió enormemente tener escenario en el cuerpo, como era mago y cantaba, para mi fue como hacer un show más", recuerda el hombre de 35 años.
En esa reunión, la hoy exitosa Magicoterapia recibió el que sería sólo el primero de sus aplausos. Las autoridades de la seremi de Salud se fascinaron con la idea, y dieron la luz verde para que Luis pudiera poner en marcha lo que era el sueño de su vida.
Hoy, muchos años después de aquella traumática experiencia, Luis explica que "la Magicoterapia acá en Chile nace de la necesidad de nosotros los técnicos en odontología de llegar al paciente pediátrico de una forma más entretenida, más lúdica. En otras palabras, podríamos decir que no es un secreto para ningún pediatra que los niños ya están aburridos de recibir la misma indicación de siempre, con la misma frialdad de siempre. Nosotros quisimos darle un toque distinto para dar prevención de salud bucal y alimentación saludable de una forma totalmente distinta, que hasta el momento con nuestro proyecto, no nos cerramos sólo a eso, sino que también tenemos una producción musical".
Por todo el país
Fue así como Luis comenzó a recorrer los jardines infantiles de la JUNJI e INTEGRA, mostrando su show en el que saca cepillos de dientes desde un sombrero, canta canciones enseñando a cepillar en círculos y hace trucos con la seda dental. La recepción de los pequeños es mejor de la que el mismo Luis esperaba, pues las canciones y trucos de magia encantan desde el primer instante a los niños.
"Lo que yo busco es usar la magia como un vehículo entretenido para llevar la prevención en salud bucal. El típico mago saca una paloma o un conejo de un sombrero, yo en lugar de eso saco cepillos, verduras, hilo dental, y cosas así", explica Luis.
Fue tanto el éxito que logró la Magicoterapia, que de pronto ya no era suficiente con las performances de Luis, quien a esa altura ya se estaba desdoblando para realizar sus presentaciones en los jardines infantiles de la región.
En esa época, por ahí por el año 2012, nace la Escuela Magicoterapia, donde el mismo Luis ha capacitado a más de 1.000 profesionales de la salud, incluyendo cirujanos dentistas, educadoras de párvilo, kinesiólogos, técnicos en enfermería y más profesiones para que ellos puedan replicar los shows didácticos para los niños.
La escuela permite difundir la marca creada, y patentada, por el porteño para que otros profesionales de la salud y/o la educación primaria puedan difundir los buenos efectos que el proyecto ha consumado hasta la fecha. Incluso se les entrega un kit con todos los implementos.
Hemos estado en Puerto Montt, Punta Arenas, La región de Los Ríos, Iquique, Copiapó, La Serena, Coquimbo, en la región casi completa, incluso hemos mandado kits a la isla. Sólo me falta la Antártica", bromea.
Con el tiempo, los aplausos que cosechaba la Magicoterapia traspasaron la frontera, con presentaciones en Perú y Bolivia. Asimismo, ha recibido recientemente una invitación para asistir a México a traspasar su experiencia.
"Yo creo que sumando todas las presentaciones y escuelas de Magicoterapia en Chile, te puedo decir que hemos llegado a 60.000 niños de alta vulnerabilidad", advierte el hombre detrás de la exitosa idea, quien aún guarda en una muralla de su casa una servilleta, enmarcada, en la que dejó un mensaje para sus compañeros de carrera a los pocos días de haber renunciado a su antiguo trabajo. En la servilleta se lee claramente que dice "Renuncié para hacer realidad la Magicoterapia".