De la barrica a la copa: así será el primer hotel del vino de Valpo
Próximo a ser inaugurado está el recinto construido en base a contenedores reciclados en cerro Mariposas. Pionera iniciativa de joven neozelandés que producirá exclusivos mostos y una novedosa experiencia gastronómica.
A casi un año del terremoto del 27F de 2010, específicamente el 22 de febrero de 2011, un movimiento telúrico de menor envergadura que el chileno, pero no menos destructivo, afectó a la ciudad neozelandesa de Christchurch, con un triste saldo de más de 300 víctimas fatales. Oriundo de esa localidad es el joven Grant Phelps, quien vio con pesar como gran parte de su tierra natal quedó en el suelo. Pero también observó que sus compatriotas para levantarse construyeron viviendas y locales comerciales como pubs, restaurantes, hoteles y bares, reciclando containers navieros.
En esa época Grant, profesional del mundo vitivinícola, ya estaba avecindado en nuestro país y específicamente en Valparaíso. En medio de la tragedia se preguntó como en una ciudad eminentemente portuaria, la llamada Joya del Pacífico, nadie se aventuraba a construir con este tipo de elementos. Con el paso del tiempo lo que era una loca idea se fue transformando en realidad, y hoy está próximo a inaugurar su pionero hotel Winebox en la calle Baquedano del cerro Mariposas.
En principio hubo resistencia de parte de algunos vecinos que protestaron contra el proyecto de contenedores que tapaban la vista, pero el joven oceánico asegura que triunfó el diálogo y ahora cuenta con el respaldo de los residentes a la iniciativa, que busca revitalizar otro sector de la ciudad patrimonial. "La idea del hotel es desatorar los cerros Alegre y Concepción, donde para los residentes ya no es muy agradable el Valparaíso turístico porque acude demasiada gente. Hay que generar otro polo y no concentrar todo la gastronomía y vinos en uno o dos cerros. La idea es integrarse con el barrio. Estamos al lado de Casablanca y tiene que haber esa conexión", señala Marcelo del Pino, encargado de Comunicaciones de Winebox.
Reciclables
Con la ayuda de amigos de diferentes partes del mundo, Grant reunió miles de elementos reciclables, como 3.000 pallets, portacontenedores y otras figuras de madera, metal, entre otros materiales, para decorar los cuatro pisos y azotea del inmueble.
Son 22 habitaciones que cuentan con frigobar, cocina y horno, y su respectivo balcón con vista a la bahía. Si bien el hotel tendrá restaurante -que abriría en septiembre- la idea es que los huéspedes tengan independencia para cocinarse o calentarse productos que adquieran en el exterior.
Dos de las habitaciones son suites de 55 metros cuadrados. Una tiene una terraza de 35 metros cuadrados, que podrán ser arrendada para eventos privados. Las habitaciones poseen parrillas móviles hechas con puertas de porta contenedores. La azotea cuenta con una espectacular vista de la bahía. Allí habrá baños, un bar y una tina caliente para los clientes. El cierre será de vidrio y el techo un sistema de telas como velas de barcos con el océano Pacífico de fondo.
Grant Phelps trabajó en destacadas viñas de Casablanca, y su amor por los mostos chilenos lo convencieron de abrir un innovador proyecto para elaborar vino en su hotel, de forma sustentable y sin afectar el medio ambiente. "Mi idea con el vino es hacer un concepto bien único en el país que es ir de la barrica directo a la copa. De la barrica se va a un tambor de cerveza, y se conecta a un sistema de nitrógeno y se va por sistema de shop directo a la copa. El vino ya parte con una huella de carbono negativa. Es la primera vez que se concreta en Chile, se hace en Estados Unidos pero acá no. Es primera vez que un hotel en el hemisferio sur produce un vino y será la primera bodega urbana de Valparaíso", expresa con orgullo al resaltar que el SAG le comunicó que el hotel es el primero con un código para una producción de vinos en la zona.
Aprovechando sus contactos el neozelandés compró uvas de cabernet sauvignon a una viña en Isla de Maipo, y de la cepa syrah en el valle de Leyda. Actualmente se encuentran en proceso de prensado, filtrado y envasado en barricas de roble francés en el subterráneo. Los huéspedes podrán participar de la producción si se alojan durante la vendimia que será entre marzo y mayo de 2018. El primer año de producción serán ocho mil botellas que serán vendidas a los pasajeros, restaurantes y público general, ya que el recinto contará en su recepción con una tienda especializada en vinos, mesas para catas, además de wine bar en sus distintos niveles.
Gastronomía
Otra apuesta novedosa de Winebox es la gastronomía. Convocaron a reconocidos chefs nacionales a cocinar al establecimiento, donde sus platos quedaran incorporados a la carta. Están en proceso de búsqueda del cocinero principal que esperan sea de la zona, al igual que mucamas y otros empleados que necesitan.
Apuestan a una experiencia gastronómica basada en el producto local. De ahí que el huésped los días sábados irá con el cocinero de turno hasta el mercado El Cardonal y la caleta Portales en búsqueda de productos frescos para el almuerzo. Conocerán in situ las especies -frutas, vegetales, carnes, pescados y mariscos- y participando del proceso de elección. De regreso en el hotel tendrán un taller de cocina o almuerzo colaborativo en la creación del plato. Estará la opción de que los visitantes que lo deseen se movilicen en bicicleta en el plan de la ciudad. También se privilegiará el uso del ascensor Mariposas cuando esté nuevamente operativo.
Grant Phelps asegura que Wineboxe está enfocado a un público internacional y nacional. Aseveró que las tarifas no serán inalcanzables. "La idea es no irnos al cielo con los precios para que sea accesible para los porteños, me imagino vendrán santiaguinos los fines de semana, por eso hemos invertido fuertemente para tener el único hotel de cerros con estacionamiento seguro bajo tierra. Hay 15 estacionamientos. Que vengan por una experiencia gastronómica y de vino. Por ejemplo que lleguen un viernes en la noche, el sábado salgan en bicicleta al mercado Cardonal con el chef o a la caleta Portales, se devuelven a cocinar y almorzar, y aparezco yo para la cata de vinos. El domingo bajamos a la bodega de vinos a hacer mezclas y probar cosas de la barrica. Será una experiencia entretenida", prometió el joven neozelandés.