Guillermo Ávila N.

El "rey del rock" tenía un arma secreta en su construcción ósea. Una que lo hacía único y volvía añicos a lo establecido en el planeta piola de los años '50: la pelvis.

Así como los espectadores quedaban boquiabiertos ante su frenético movimiento de caderas, piernas arqueadas y un peso corporal en caída libre sobre las puntas de sus pies; otro Elvis, de estructura más potente, pero de igual despliegue aerodinámico, ruido ensordecedor, fino al descenso y capaz de sofocar hasta la llamarada más ardiente, porta aquel efecto Elvis: dejar atónitos a todos a su imponente paso.

Eso mientras a lo lejos la bestia voladora surca en zigzag los cielos de la V Región. Le quedan unos cuantos metros para verlo de cerca. Por fin esta especie de libélula luminosa color naranja de nombre Elvis escrito en su frontis, se posa al meneo sobre la losa del Aeropuerto Torquemada, en Concón.

Sus extensas hélices no paran de girar, mientras algunos presentes quedan más despeinados de lo que están. Olvídese si su carnet lo traiciona: ese aparato supersónico militar en el inconsciente colectivo llamado 'Lobo del aire' -serial de TV ochentera- no es parámetro aquí. Este Elvis de metal es otra cosa. Fue estandarte de una cruzada, junto a dos aviones emblemas: el Ilyushin Il-76 ruso y el SuperTanker gringo (corazón chileno).

Ya en tierra, desde su estrecha cabina de vidrio emergen cuatro tripulantes. Entre ellos, dos peruanos y un canadiense. Sonríen como si se tratasen de personajes públicos. Y en realidad... lo son: algunos de ellos vienen de sobrevolar el fuego más voraz; ese que calcinó a más de 400 mil hectáreas, poblados y cenizas de muerte en la castigada zona centro sur de nuestro país durante el caliente verano.

Este 'Elvis' también tiene historia. Y data en nuestro país. Una que comenzó a elevarse este año por primera vez y que duró tres meses. Ecocopter fue la empresa chilena -que también opera en Perú- encargada de traer el helicóptero Sikorsky S-64 SkyCrane (Erickson Inc.), nave que aterrizó ayer por unos minutos en la zona para luego emprender retirada hasta su base de operaciones, en Perú.

Dimensiones de culto

De entrada, una de sus características que más sorprende es su capacidad de carga: 10 mil litros, en un proceso que sólo le toma al armatoste unos 45 segundos. Otra: es capaz de arrojar esos 10 mil litros en cada descarga. Y añada otra más: mediante manguera, puede cargar el agua desde el mar como también piscinas. Para esto, un agregado: no necesita estacionarse ni requiere de un equipo que realice esa labor.

Si hubiese que resumir portento al aire, Marcelo Rajchman, gerente general de Ecocopter, resume así: "Se trata del helicóptero más grande del mundo en su tipo para combatir siniestros forestales".

Nos toca aplaudir -es de justicia- su manejo maestro en los controles: el mismo tipo joystic junto a una palanca de potencia. Allí, desde la cabina, Mario Calderón, el piloto nacido en Lima, de 47 años, tres hijos -que dice no se asustan con su profesión-, sigue embarcado en un viaje que en unos días más lo tendrá en la selva de Cuzco.

Ataviado con sus gafas estilo aviador -era que no- y la gorra color naranja con el logo de la empresa a la cual pertenece, su hablar pausado y de perfecta dicción, mueve los hilos de la conversa con La Estrella. Y como Elvis, todo comienza a girar a su alrededor. "Este helicóptero tiene otras tripulaciones de distintas nacionalidades que vuelan en países como Turquía, Australia, Canadá, Italia y Estados Unidos", narra quien aterrizó en la compañía americana Erickson Inc., en 2011. Eso gracias a las referencias que de él dieron otros de sus colegas.

Colegas que supieron de su exitoso paso a contar de 1989 por la Fuerza Aérea de Perú, de la cual se recibió con la especialidad de 'Piloto de Helicóptero'.

Si uno presta atención al Transformers, como le llama un tipo ajeno a la aeronave más atrás, un detalle le pone su toque especial: en la placa, se aprecia fecha del fuselaje de la nariz (que es el armazón que guardan como algo histórico): octubre de 1970. "Todas las demás piezas del helicóptero son nuevas", cuenta Mario Calderón con un alto: "Lo que hace la empresa durante los incendios es que tiene sus propias cisternas. Van con su equipo de mantenimiento". Armando Weinberger, gerente comercial de Ecocopter, ahonda: "Se realizaron 13 vuelos distintos para combatir los incendios con 200 descargas en la VIII Región ".

Eficiencia al límite

Juan Carlos Díaz, encargado del mantenimiento del Elvis, también estuvo los tres meses en la operación al agua sureña. Juan Carlos recalca que vienen de Concepción. Y que allá, en su último turno, estuvo ocho días. "Un trabajo sin contratiempos y de turnos normales", recuerda la labor durante los siniestros sureños. Ahora, observa la recarga final. Importante. "Por cada tanque, tenemos 548 litros. 3 tanques principales y dos auxiliares".

Otro piloto aprovecha de estirar las piernas. Y es que cuatro muchachones encerrados arriba en la estrecha cabina, obliga al descanso. Chris Morrison es canadiense. Esta es su primera entrada a Chile: vino a trasladar el helicóptero de vuelta. Dice que le hubiese encantado haber estado presente, "y asistiendo en los incendios. Pero la compañía no me tenía programado. Aunque me voy con mi buen vino chileno".

De vuelta de una, digamos larga pausa al cigarro -aunque no fuma-, Mario Calderón dice orgulloso qué los diferencia de otros helicópteros: la versión bomberos pueden llevar 2650 galones de agua. Y no es todo: "Tiene dos puntos para captar el agua. Una es una manguera tipo aspiradora, con un diámetro de 50 centímetros. Sirve para que bajes y te poses en una zona para succionar agua".

El otro sistema que menciona el piloto es una especie de varilla retractable, una que les permite absorber agua desde el mar e incluso una laguna, "pero hay que estar atento a los obstáculos. ¡Es más rápido para llegar al fuego!".

Tanto para Calderón como Morrison, esta aeronave es más potencia que aerodinámica. "Podemos llevar 10.500 kilos de carga".

La compañía, en este caso Erickson, tiene helicópteros de la serie E. También de la F, como el Elvis. "Entre ambas categorías suman 17 helicópteros operativos. Pero en América Latina, sólo tienen dos", hila el aviador peruano.

Antes de emprender vuelo rumbo a Atacama -Copiapó-, luego Antofagasta, Iquique, Tacna y la selva cuzqueña, la consulta no puede quedar atrás.

-¿Por qué este helicóptero se llama Elvis?

"Sólo fue por algo simpático. Cada helicóptero tiene su nombre. Uno se llama Goliath; otro Elizabeth", reconoce Mario Calderón, quien ya se alista. Eso mientras el Elvis, como aquel de carne y hueso que prendía -a los hurra - en Las Vegas, sabe que la función al aire debe continuar.