Sebastián Paredes Contreras

Prácticamente inutilizables quedaron las dos micros que cerca del mediodía de ayer protagonizaron un violento accidente en la Avenida Altamirano, a la altura de la subida Taqueadero.

Producto del impacto entre ambos vehículos pesados resultaron heridas 29 personas que se encontraban a bordo.

Lo anterior generó que al menos siete ambulancias del Samu llegaran hasta el lugar para prestar ayuda a las personas heridas, que en su mayoría presentaban lesiones de carácter leve, siendo las más comunes las contusiones y cortes superficiales debido al impacto.

La violenta colisión provocó que el tránsito por la avenida Altamirano fuera suspendido en ambos sentidos, ya que las máquinas quedaron ocupando ambas pistas vehiculares.

Causas

Jaime Pavez, quien viajaba a bordo de una de las máquinas señaló que de la nada la micro en la que viajaba se salió de su pista e impactó de lleno a la otra.

Afortunadamente Jaime Pavez terminó sólo con lesiones de carácter leve y no requirió ser trasladado hasta el hospital Carlos van Buren de Valparaíso, lugar asistencial donde fueron derivados otros de los lesionados.

El teniente coronel de Carabineros de Valparaíso, Juan Pezoa, señaló que las causas exactas que originaron el accidente se están investigando, pero en primera instancia se trataría de una mala maniobra de uno de los conductores producto de algún material resbaloso en el pavimento.

"Las dos micros circulaban en la misma dirección y al parecer producto de la lluvia y de algún material resbaladizo en el suelo como petróleo, una de ellas patinó e impactó a la otra", señaló Juan Pezoa al diario La Estrella de Valparaíso.

El teniente coronel, agregó que "dentro de los lesionados hay menores de edad, pero afortunadamente ninguno de mayor consideración".

Por su parte el comandante de Bomberos, Claudio Rojas, señaló que "el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso se desplazó con cuatro unidades y ayudó a personal del Samu a rescatar a los heridos que habían quedado atrapados en las máquinas".

La emergencia fue superada a eso de 13.00 horas y el tránsito fue restablecido.

Rejas y ventanas cubiertas con trozos de madera, mucho amarre y puertas con sacos de arena se veía la mañana de ayer en la mayoría de las propiedades ubicadas en la avenida Perú, que ha sufrido con los embates de cada marejada donde las pérdidas han sido millonarias.

No quieren que el mar arruine todo nuevamente y, aunque reconocen que no frenan el agua, la contención les sirve para que la violencia con que ingresa sea menor.

Pamela Pavez es conserje del edificio Santillana del Mar y era quien instalaba las maderas en su edificio ayer. Sabe que el agua llegará tarde o temprano, pero hay que estar preparados.

"Las veces anteriores el agua ha entrado hasta los ascensores y trae de todo. Estas maderas no la va frenar, pero el impacto será menor. Las puertas de los ascensores también están tapados con maderas y se mantienen elevados. La reja hacia el estacionamiento la dejamos abierta para que el agua entre. Otras veces se ha cerrado y la fuerza del agua la ha botado, así es que el mal menor es dejarla abierta", señaló.

Evacuación vertical

Enrique Tapia es conserje en el edificio ubicado en avenida Perú 420 y estaba taponeado desde el miércoles.

"Las tres primeras veces aquí quedó la escoba el agua entró a los departamentos del primer piso y entraron hasta los asientos de cemento. Así es que esto lo hicimos por precaución porque dijeron que venían lluvias fuertes con marejadas. Tratamos de evitar que entre el agua al edificio y esto ha aguantado, el agua ha entrado a los jardines, al garaje, pero al edificio no, que es lo que no queremos y si viene muy fuerte la ola, hay que entregarse a la madre naturaleza y se evacua hacia los pisos de arriba", señaló.