Guillermo Ávila N.
Hoy se sentirán los últimos coletazos con precipitaciones débiles de -al final- un sistema frontal moderado que en Valparaíso, hasta la tarde ayer, registraba 25 milímetros.
Mediodía y tarde de jueves. La fotografía hacia el ombligo arriba en Playa Ancha revelaba honduras. Y algunas de proporciones.
Socavón de miedo
Un socavón de casi media cuadra a lo largo de la calzada, siembra la alerta. "Esto está todo carcomido, es un peligro. Años atrás le hicieron un muro, pero no con una base como correspondía". La queja proviene de Rodolfo Novoa, vecino con 40 años de residencia en este sector enclavado en la población El Triunfo. Misma queja de otros lugareños. También al teléfono.
Allí, justo sobre la quebrada llamada Tortuga, en la salida en curva del primer sector a 100 metros del consultorio de Quebrada Verde, el tránsito se aprecia interrumpido por Carabineros y personal de MOP.
"Esto es una negligencia municipal: todas las alcantarillas de arriba están tapadas. Nunca les han hecho mantención", dardos de Novoa que van como ex trabajador en la corporación de Obras Urbanas.
Su alegato: "El agua que viene de Puertas Negras cae acá. Todos los días llega un caballero con carretilla que le pagan para echar tierra aquí. Lo hemos denunciado. Y nadie hace nada".
Santa María
Más arriba, por avenida Levarte, mientras improvisados ríos comienzan a formarse sobre veredas y calles, el cotidiano de los vecinos se empaña. Como los que habitan en aquellas 50 casas de emergencia en población Santa María: los damnificados del incendio del 2 de enero. "Tengo temor que se venga un frente más fuerte. Si con lo poco que ha llovido, mire cómo estoy. El domingo no pude salir: estaba rodeada de agua y barro", así avala con impermeable desde la húmeda puerta María Inés González, quien vive junto a su nieto. "¡Ayúdennos!".
Unos pasos más allá, algunos vecinos señalan que sus enseres han sido mojados por dentro. También los colchones. Víctor León es maestro de la construcción. Está cesante. Junto a él, viven otras dos personas y más parientes en la casa aledaña. "El domingo nos fue mal: se nos metió agua por culpa del viento norte".
Sin embargo, ayer tuvo cierto respiro a las filtraciones. Esto gracias al alero y planchas sobre el techo que montaron hace tres días personal de obras. Precisamente al catastro está Vladimir Valenzuela, encargado de la oficina de reconstrucción municipal. "Estamos por un asunto de manejo de aguas lluvias. El miércoles se hizo presente el Ejército con cuadrillas, el departamento operativo, emergencia, asistencia técnica y reconstrucción del municipio". Y agrega: "Estamos viendo una buena solución a las techumbres".
Puertas Negras
Juan Zamora es dirigente de la Junta de Vecinos n° 85 de Puertas Negras. Viene de un recorrido por calle Los Picasales, donde se emplazan las casas de emergencia. Cuenta que junto a la "muni y militares" pusieron nailon. "Aguantaron el chaparrón. Son 30 casas que por dentro el domingo pasado se mojaron enteras", es su balance.
Alejandrina Castilla, de 70 años, habita en Picasales. "No me estoy lloviendo porque pusieron nailon en las piezas. Pero cayó un chorro el otro día. Estoy aterrada que venga una lluvia más fuerte e inunde todo".
Cerca, la familia Castillo sortea como puede la enorme charca que se acumula en patio de entrada. Detrás de la badera chilena que flamea al viento que ya comienza a mostrar fuerza, Nicolás dice: "El domingo se nos llovió todo, como a todos lo que vivimos en esta cuadra. Obligado a afrontar con nailon", es su reflexión al tiempo.