Avenida Pedro Montt... ¿cómo tú no hay otra igual?
En contraste con la famosa canción, la principal arteria de Valparaíso -en algunos puntos- pareciera sumida en cierto estado de abandono. Así al menos lo aprecian algunos residentes, comerciantes y turistas. La Estrella salió "al barrido".
Se llama Cristina González, es porteña, propietaria de la zapatería "La Fama" y tiene la mirada del desamparo. La incertidumbre de la consulta convirtió sus ojos en dos puntos oscuros, como barriles sin fondo.
Cristina está encogida de hombros, incómoda ante lo palpable: tras medio siglo aquí, añora los años en que este lugar -donde está enclavado su negocio- era un próspero entorno del caché y la pulcritud.
La avenida Pedro Montt, la misma arteria bulliciosa inmortalizada en ese vals compuesto por los criollos Víctor Acosta y Lázaro Salgado y popularizada en 1966 por el cantante porteño Jorge Farías, "La Joya del Pacífico", la misma que generó polémica ante un posible cambio de nombre por la de Violeta Parra -que para el alcalde porteño Jorge Sharp, "no es tema"-, vive, para algunos vecinos, comerciantes y turistas, en cierto estado de abandono. Al menos en algunos tramos.
Son las cuatro de la tarde de un caluroso día de semana al cierre de un movido abril y doña Cristina trata de elegir las palabras adecuadas para una pregunta que acabo de hacerle. "¿Sabes qué pasa?", responde inquieta, "de sólo recordar lo bella que era la Pedro Montt me da pena".
Cuenta la mujer, con el consentimiento de una clienta de aquellas que pareciera ser radiografía viva de la época de la Nueva Ola, que acá no se le ha dado bola a la situación como corresponde. Su crítica apunta a lo de siempre: suciedad ("aunque en las últimas semanas ha mejorado la recolección de basura"), delincuencia y -"en entonación bien bajita", añade doña Cristina- vendedores ambulantes.
Forado pestilente
Unas cuadras más allá, en Pedro Montt con Rodríguez, precisamente entre un mar de ambulantes, emerge al costado un enorme sitio al descuido, de dimensiones hechas para el apetito de las inmobiliarias. De hecho, así correspondería. Metros que destilan naftalina.
El lugar improvisa el vertedero: basuras, cacas de perros -y humanas-, escombros, cantidad de envases y botellas que ya se quisiera las recicladoras y sí, una choza construida sobre lo imposible.
"Allí pernoctan puros vagos y lanzas. Eso es todo cochino", alega desde su puesto multicolor de frutas doña Gloria González, comerciante, oriunda de avenida Colón, quien lleva en esta esquina cinco años. Y acota: "Este terreno está botado. ¡Mírelo cómo esta de feo!".
Tal estampilla, una señora replica en eco a todo lo que González critica. Pero se sale del libreto y entrega datos: "Allí antes había una zapatería llamada Imperio, también la Casa Rubio, una pizzería italiana y una mueblería".
A menos de media manzana, Rodolfo Galindo, sobre su silla de ruedas, comenta que como tesorero de una organización del sector que agrupa a vendedores ambulantes, en este terreno, tras las protestas estudiantiles del año pasado, quedó literalmente la escoba. "Hace como dos años demolieron y harán ocho meses que cercaron con un muro", afirma Galindo.
Un muro asoma: parece una pieza de museo de los rayados, afiches de tarot y meados. Detrás, un paraíso para los enfermos del mal de Diógenes. "Llegan muchos indigentes. Allí todo el mundo hace sus necesidades. Es un peligro", acota de vuelta doña Gloria González, mientras dos turistas brasileños consultan desconcertados que es eso tan horrible y grande en abandono.
Un comerciante que dice pagar sus impuestos al día con su local prefiere no identificarse por represalias de los ambulantes. Sus dardos van aparte: la escasa vigilancia y las fachadas desocupadas que son antros de vagabundos. "Recuerdo que antes no era así. ¡Y se supone que es la principal avenida de Valparaíso!", apunta con ira.
Carlos Cifuentes vive junto a su familia en uno de los antiguos condominios cerca del Parque Italia, por calle Victoria. Su consulta: "¿Cuándo lo van a entregar?". A su juicio, mientras más dilaten la esperada reapertura, a un costo sobre los mil millones de pesos financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), "los callejeros van a utilizar el lugar para sus inmundicias. Una lata".
Cultura de la basura
Reiteramos: para ser justos, al menos en las últimas semanas, las veredas se aprecian más aseadas.
Mario Gómez es gerente de operaciones de Cosemar, empresa de aseo creada en 1997 en Viña del Mar y que tiene contrato con la municipalidad de Valparaíso a cinco años (van en el segundo). Su percepción del tema: "Creo que les falta un mayor compromiso a la gente y comerciantes en cuanto a no sacar basura a cualquier hora del día".
Y eso tiene que ver con la frecuencia, como aclara. Al tener Cosemar un contrato de recolección domiciliaria por el plan de Valparaíso, Placilla y Curauma, avenida Pedro Montt es uno de aquellos epicentros donde ponen foco.
Allí, la frecuencia pasa por tres turnos al día: el primero, a las 09:00 de la mañana; el segundo, en la tarde, a eso de las 16:00; y finalmente en la noche, después de las 21:00, siendo este horario el de mayor demanda en el sector para la entidad de servicio. "Allí recolectamos todas las bolsas que están en la vía pública", menciona el gerente de Cosemar, para quien la municipalidad porteña, pese a cuestionamientos, ha ido reordenando el asunto del aseo.
Por su parte, Mario Gómez hace un alcance. Y con alerta: a los locales comerciales que vierten sobre 60 litros de basura diarios, el municipio les debería cobrar como sobreproductores de desechos.
El lunes pasado, mismo día del 6,9°, minutos antes del sismo, un voraz incendio en Pedro Montt con avenida Francia dejó en ruinas al edificio donde opera el restorán Le Bagon's y el motel Los Jardines. Hoy la mole luce derruida. Comerciantes y vecinos señalan hacia su fantasmagórica fachada en cenizas: "Apostamos a que eso lo dejarán así en abandono por mucho tiempo", era el coro recurrente.
Muni a la obra
Su agenda lo tiene a mil. Alejandro Villa, coordinador de operaciones de la municipalidad de Valparaíso, se da un espacio. Nos aclara ciertas consultas.
-De acuerdo a comerciantes, residentes y turistas, la avenida Pedro Montt, en algunos sectores, presenta cierto abandono. ¿Cuál es su diagnóstico al respecto?
-No está abandonada. Lo que existe es un sobre uso de algunos tramos de avenida Pedro Montt, eso como consecuencia del incremento del comercio informal.
-¿Tienen contemplado ejecutar programas que apunten al hermoseamiento de avenida Pedro Montt?
-Se encuentra en proceso de diseño un proyecto que tiene por objeto reparar veredas, luminarias y arborización urbana.
-¿De cuánto sería el monto?
-El diseño esta valorizado por un monto total de 200 millones de pesos que serán solicitados al Gobierno Regional a cargo del Fondo Nacional de Desarrollo Regional.
-¿En qué tramos se va a invertir?
-El diseño que está en proceso contempla toda la avenida Pedro Montt.
-A su criterio, ¿qué le hace falta a esta emblemática avenida para no dar esa percepción de abandono que denuncian sus residentes, comerciantes e incluso turistas?
-Mejorar la luminaria y losa de las veredas. También integrar las nuevas obras de Parque Italia y las futuras mejoras de la Plaza O'Higgins.