Carla Olivares Rojas
Para ser exactos, 446.217 personas en la región de Valparaíso están con deudas en mora, es decir, cuyas deudas tienen 90 o más días impagas, una cifra histórica, según señala el conocido abogado Ricardo Ibañez, fundador de www.defensadeudores.cl.
La cifra corresponde al 25% del total regional, sin embargo, si sacamos a los niños que conforman la región, la cifra de morosos aumenta superando el 30%, números que, lamentablemente, van en en alza.
"La Quinta Región tiene el 10% de morosos a nivel nacional, el nivel de morosidad de la gente adulta supera el 30% y de aquí a fin de año, con el índice de crecimiento que tenemos que va en torno del 1%, podemos decir que vamos a tener un 40% de morosos en la región de Valparaíso, es decir, de cada 10 personas que andan en la calle y que tienen crédito, 6 van a estar al día y 4 van a estar atrasadas", sostuvo el abogado.
Región empobrecida
Ibañez advierte que al tener una mayor morosidad, existe una mayor cantidad de personas que están fuera del sistema formal de financiamiento, lo que es "caldo de cultivo" para las empresas prestamistas, para empresas que empeñan oro y para que la gente se tenga que endeudar a través de entidades que prestan dinero fácil a tasas exhorbitantes.
"Este panorama, adverso nos da para pensar que el endeudamiendo hacia fines de año debiese ser aún peor de lo que estamos viviendo hoy día y eso se va a traducir en mayor cantidad de remates de bienes raíces por mayor morosidad en créditos hiptecarios porque la gente primero deja de pagar el colegio, las tarjetas y después dejan de pagar la casa. Esta cifra de 446 mil 217 morosos a la fecha podría sobrepasar perfectamente el medio millón de habitantes hacia fin de año y eso se va a traducir en un alza en torno al 30% de propiedades rematadas", señaló el conductor de "El Abogado" de UCVTV.
Ricardo Ibañez aclara que se trata de cifras históricas, pero más preocupante aún es que no se ven soluciones a mediano plazo y así el endeudamiento de jóvenes, adultos y adultos mayores avanza sin freno, siendo este último el grupo etáreo más afectado.
"Esto no se había visto nunca y no hay ninguna esperanza de que debiese revertirse en el mediano plazo afectando principalmente al adulto mayor lo que es muy grave porque el adulto mayor está fuertemente endeudado, pero a diferencia del joven, que también es un endeudado crítico, el 60% de los adultos mayores tiene una casa propia, humilde, no humilde, en el cerro o en el plan, la problemátca que trae es que como hay bienes raíces de qué hacerse pago, finalmente terminamos con un abuelo endeudado, quebrado y en la calle, sin ninguna posibilidad de recuperarse. Es distinto que un joven de 25 años que se endeude y le rematen la moto o el auto que se compró, se pueden volver a parar, pero cuando tú le rematas la casa a una persona de 65 años o más, no tiene ninguna posibilidad de volver a emprender", señaló.
Legislación
Para Ricardo Ibañez la única solución posible va por el lado de las leyes y, bajo este prisma, el parlamento debiese trabajar en dos grandes líneas: el adulto mayor y los jóvenes.
"El endeudamiento del joven debiese regularse mediante una autorización, es decir, el estudiante universitario o el joven que vive de allegado donde sus padres, puede tener acceso al crédito previa autorización de sus padres. En el caso de los adultos mayores debiese avanzarse en una inembargabilidad de los bienes raíces, es decir, no quitarles la casa porque con eso evitamos tener un número importante de abuelos que hoy en día están endeudados y en la calle. Hoy hay ofertas de crédito al joven, a la dueña de casa y al adulto mayor cuando son 3 segmentos de la población que merecen el mayor de los respetos, pero que no generan ingresos", argumenta.
Y agrega, "si el banco le presta plata a mi hija que tiene 18 años, la única forma que pague es pidiéndome plata a mí, si le presta plata a mi señora que es dueña de casa, la única forma que ella pague es pidiéndome plata a mí que soy el único que trabaja, entonces hoy estamos observando un fenónemo donde hay un único integrante en la familia que trabaja y que tiene que soportar las deudas del hijo, de la mujer y de los padres que viven de allegados y además tener plata para vivir".
Bajo este punto de vista, finalmente, el único que trabaja en la casa también se tiene que endeudar para vivir, utilizar las compras de cartera, los créditos y las herramientas legales y comerciales "que lo único que tienen por objeto es mantener endeudado y prisionero del sistema a aquellas personas que generan un ingreso", asegura Ibañez.
Para el abogado, esto hoy podría frenarse con la utilización de la Ley de Quiebra que sigue teniendo una muy baja ocupación. "Cerca del 1% de la gente que se podría acoger a los procedimientos de la Ley de Quiebra lo hace y esto permite renegociar estos créditos teniendo un plazo mayor para pagar, la condonación de intereses y poder cumplir con las obligaciones que se han contraído. Si la gente hiciera un uso informado de esta ley, estos números debiesen estar mucho más controlados", aseveró el jurista.