Camila Espinoza López

Las temperaturas están bajando cada vez más y, para algunos dueños, sus mascotas se convierten en la compañía perfecta y en una forma de capear el frío, acurrucándolos en su cama. Ese es un lado de la moneda. El otro es cuando el animal se adueña del lugar, se roba las frazadas y su amo hace lo imposible por acomodarse a dormir sin molestarlo.

Lorena Jofré, decana de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de la Universidad de Las Américas-UDLA, señala que esto es recomendable "siempre y cuando el animal permita a la persona dormir adecuadamente y no lo despierte en medio de la noche, como podría ocurrir".

La veterinaria advierte que, una vez que el animal se sube a la cama de su dueño y se acostumbra a hacerlo, no hay vuelta: "Será difícil revertir la situación y poder acostumbrarla a dormir en su propia cama".

Precauciones

La experta comenta que, si se duerme con la mascota, "se deben mantener las vacunaciones, desparasitaciones externas e internas y el estado de higiene y aseo general al día, para evitar las zoonosis, enfermedades que se transmiten de los animales al hombre".

Jofré señala que "si una persona está cursando una quimioterapia o se encuentra inmunocomprometida, sufre problemas de alergia o asma, debe preguntar a su médico tratante sobre los cuidados y si es posible dormir con su mascota sin afectar su estado de salud".

También, si el animal doméstico padece una enfermedad, se recomienda siempre consultar al médico veterinario.

¿Y con niños?

Algunos padres se preocupan cuando sus hijos pequeños duermen con su perro o gato. Jofré señala que, al ser menos cuidadosos con el aseo e higiene, los niños podrían verse más expuestos a contraer enfermedades.

Daniela Araya, veterinaria y directora de la Asociación de etología clínica veterinaria de Chile, señala que no existiría mayor problema con que los pequeños compartan con su mascota en la cama, siempre y cuando el animal cuente con un adiestramiento y no exista riesgo de que en la noche, si el niño se mueve o acomoda, sea atacado.

"Si es un perro adulto o adoptado recientemente, hay que tener cuidado y esperar un tiempo a que se acostumbre a la casa. Tienden a ser un poco más reactivos y miedosos por su pasado en la calle", dice Araya a La Estrella.

La cama propia

La veterinaria destaca que es recomendable que la mascota cuente con su propia cama, aunque prefiera dormir con sus dueños.

"Idealmente, debe tener su cama, que puede estar en el dormitorio de los dueños o fuera de la habitación", indica Araya.

Al preguntarle cómo escoger la cama ideal, señala: ojalá que sea acolchada, aunque existen en el mercado unas "camillas que se sostienen por fierros, tipo hamaca, idealmente para los perros que destruyen sus camas cuando se quedan solos".

La elección también dependerá de las necesidades del animal: "Si los perros tienen algún problema médico como osteoartritis, displasia de cadera o problemas musculares, es el médico veterinario de cabecera quien tendrá que recomendarle el mejor sitio y material para no agravar más el problema".

Cachorros y ancianos

El veterinario Sebastián Jiménez agrega que la edad de la mascota también se debe considerar al decidir si se le dejará que duerma en la cama de su dueño.

"Es más complicado en animales más pequeños porque los puedes aplastar, como razas más chicas de perros o gatos, a pesar de que ellos son bastantes ágiles para salir de la cama y el sueño de estos animales no es tan profundo como el del ser humano. Cualquier movimiento o ruido que a nosotros no nos despierta, a ellos sí", dice el especialista.

En el caso de los animales ancianos explica que "podrían caerse de la cama, pero también les cuesta mucho subirse a las mascotas. Por voluntad propia es difícil que duerman con nosotros".