Escabrosos detalles de alevoso crimen del arquitecto porteño
Recluida quedó ayer la joven formalizada por homicidio calificado, y que se definía en Instagram como "Demonio hecho mujer".
Priscilla Barrera Ll. y Fabián San Martín D.
Pudo ser el crimen perfecto... pero no. Tras una acuciosa investigación la Brigada de Homicidios de Valparaíso identificó y arrestó a la imputada del brutal crimen del arquitecto Iván Cáceres Gómez, quien fue apuñalado y quemado en un incendio el pasado 12 de febrero en el cerro Las Cañas.
"Los antecedentes recabados con ocasión de la investigación, permiten posicionar a esta mujer en el lugar minutos antes del aviso de incendio, que se da en el inmueble donde se encontraba el arquitecto ya fallecido", detalló ayer el jefe de la BH, subprefecto José Araneda, respecto de la aprehensión de Taína Sthefanie Ballestero Garrido, de 21 años, domiciliada en cerro Yungay. Según la PDI, ella compartió con el profesional de 42 años en un after hour de la calle Cumming. No eran amigos, pero se ubicaban pues frecuentaban el lugar.
Tras departir junto a otras personas, la imputada y el arquitecto se habrían retirado. Minutos más tarde, y aparentemente en una cita acordada, la joven habría llegado hasta el domicilio del profesional para continuar el encuentro, pero de manera solitaria y más íntima. La mujer que en su cuenta de Instagram se define como "Un demonio hecho mujer", habría acordado un encuentro sexual con el arquitecto con pago de por medio. "Se presume que hay un acuerdo previo de reunión para dispensar servicios sexuales por parte de la victimaria, situación que está en proceso de investigación si se concretó o no al interior del domicilio", añadió Araneda.
Gracias al testimonio brindado por testigos, la mujer fue situada en el sitio del suceso. En cuanto a las razones que tuvo para cometer el crimen, se analiza la negativa de la víctima de pagar los servicios sexuales dispensados. El arquitecto fue hallado en su dormitorio semidesnudo y amarrado con cintas de embalaje en tobillos, y otro tipo de método de sujeción en una de sus muñecas. "Se presume que esto puede haber sido parte del contexto sexual que se estaba viviendo en el dormitorio y que fue antes de la muerte", precisó el jefe policial.
Arma homicida
La BH registró el inmueble de la detenida, donde levantó evidencias fundamentales para la investigación, como el arma homicida (cortaplumas) y un jeans manchado con sangre, además del celular de ella, evidencias que son periciadas por el Laboratorio de Criminalística de la PDI.
Ayer en el tribunal de garantía la fiscal Lorena Ulloa formalizó a la inculpada por homicidio calificado e incendio. Por considerarla un peligro para la sociedad y existir peligro de fuga, solicitó a la magistrada Cristina Cabello la prisión preventiva. Para fundamentar la solicitud, explicó que la víctima fue atacada con ensañamiento con más de 16 puñaladas y recibió múltiples golpes con un objeto contundente (más de 60), que le provocaron un deceso por "politraumatismo, heridas por arma blanca y golpes contusos", según el informe de autopsia del Servicio Médico Legal.
El cadáver presentaba además quemaduras severas en la cabeza. Esto por la intención de la mujer de ocultar el crimen. No se hallaron acelerantes, sino que hojas de revista debajo de la cama. Le prendió fuego, se cree con un encendedor, por el lado del cráneo de la víctima, donde presentaba el mayor daño. La fiscal leyó la declaración de varios testigos, que dicen el arquitecto acostumbraba a carretear en locales de la subidaCumming, especialmente after hour, donde era habitual el excesivo consumo de drogas y alcohol.
Este mismo mundo frecuentaba "La Taína" como le dicen, quien según el testimonio de una amiga -testigo protegido del Ministerio Público- es de carácter agresivo, portaba cuchillo y pistola, y acostumbraba a tener sexo con clientes a cambio de droga. Semanas después del crimen, en un carrete en el baño de un local, La Taína le confesó que se "había mandado una 'cagada', un 'condoro'... que se había 'piteado' a alguien". Que al arquitecto lo drogó con clonazepam en un vaso de alcohol, y cuando estaban en su domicilio para tener sexo a cambio de dinero y droga, vino el conflicto.
En la cama el profesional pretendió introducirle un destornillador y un martillo por la vagina, y luego al no querer pagarle, ella lo amarró y le asestó las mortales puñaladas. Otros testigos citados por la fiscal dan cuenta de la llegada de una mujer de pelo castaño claro, casi rubio, a la casa del arquitecto el día del crimen.
La abogada sostuvo que la imputada cambió de look, se tiñó el pelo negro para despistar a los investigadores. La defensa de la joven alegó que no está acreditada su participación en el delito, cuestionó a los testigos protegidos, que el reconocimiento fotográfico fue inducido y su cliente no fue autora del delito de incendio. En lo último concordó la jueza Cristina Cabello, que aceptó el homicidio calificado pero desestimó el incendio por no existir prueba suficientes. Criticó a la fiscal por existir "lagunas" en la investigación. Igual mandó a la joven tras las rejas por los próximos tres meses.