Carla OlivaresRojas - La Estrella de Tocopilla

La escena transcurre en la sucursal de BancoEstado de calle Condell, donde una mujer se salta el turno de los demás, por lo que un supuesto trabajador del aseo "le para el carro", lo que desata la ira de la clienta y marca el inicio de la dura pelea..."¿Porque me veí vestida así tenís derecho a tratarme así, huevón? Anda a bañarte, negro cu... hediondo", le recrimina ella. Así parte el diálogo donde él le pide disculpas, pero alega por el trato y porque después las mujeres piden respeto.

Los clientes miran la escena, mudos, impávidos, mientras algunos trabajadores de la sucursal intentan intervenir fríamente. Pero lo que generó la ofuscación de la mujer y que recrudeció aún más la intervención fue que él la llamara "feminazi", término utilizado de manera peyorativa para referirse a las mujeres defensoras del feminismo.

Seno al aire

"¿Cómo que feminazi, huevón?, ¿cómo que feminazi?", repetía ella, mientras él reclamaba desde su asiento que estaba esperando su turno. "¿Acaso no tengo cara de mina, cu...?, ¿ah?", repetía ella. "Dime po', huevón, ¿no tengo cara de mina? Pa' que sepai soy bien mujercita pa' mis hu...", decía, mientras dejaba ver su seno izquierdo y lo movía con una de sus manos.

El hombre seguía reclamando desde el asiento, mientras un guardia y un funcionario le decían a él que se calmara.

"Por huevones como vo' el mundo está como está, por huevones como vo' no podemos salir a la calle cu..., machista cu..., ándate a la mierda con tu prototipo de mierda", vociferaba ella.

La mujer seguía gritando y se movía de un lado a otro, hasta que pasó por el lado del trabajador y le golpeó el hombro, dicéndole: "anda a bañarte, negro cu... hediondo...". Luego salió del recinto, pero él quedó al interior del banco, gritando ahora solo.

"¿A quien le vení a de cir hediondo, huevona?, ¿a quién le vení a decir hediondo, conch...? Creen que porque uno anda vestido así pueden tratarlo mal a uno, a dónde la vieron los huevones, estamos todos esperando, todos los huevones tenemos que ir a trabajar", decía, mientras explicaba que trabajaba en el aseo -por eso su mal olor-, reclamaba contra el mundo y lloraba en su asiento.

Obra de teatro

El video se viralizó en las redes sociales alcanzando más de 20 mil compartidos y unos 8 mil comentarios. Generó de inmediato una discusión en donde una buena parte rechazaba de plano el actuar de la mujer.

Y pese a que algunos daban por hecho que se trataba de una situación real, no era más que una intervención artística que también fue replicada de manera exacta con antelación en la sucursal Prat del mismo banco.

Para el actor y encargado de Mediación Cultural del Parque Cultural de Valparaíso, Sidhartha Corvalán, la intervención fue un completo desacierto.

"Por la entonación de la voz, claramente son actores y no es una situación real. A título personal, es una intervención absolutamente desafortunada, no pone en contexto, no cierra, es invasiva con el público, es violento el lenguaje y la forma de intervenir. Yo me cuestiono cuál es el objetivo, porque no se entiende qué es lo que quieren visibilizar y si vamos a realizar algún tipo de intervención artística en los servicios públicos, hay que tener claro para qué es. Acá podría ser la desigualdad de género, aunque me parece desafortunado el contexto, el lenguaje y el tipo de intervención. O si es hacer más llevadera la espera que se produce en estos servicios, para que la gente tenga un acercamiento a una actividad artística, deleitar; pero en cualquiera de los casos, un tipo de intervención como esa no cumple la misión. Físicamente es obsceno, el lenguaje es muy vulgar, cualquier práctica artística lo que debe hacer es elevar el espíritu del espectador, dar una reflexión", señaló.