Cinthia Matus O.
Con el objeto de evitar que las personas se contagien con las denominadas Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA), la seremi de Salud fiscalizó dos locales en Viña del Mar. El primero de ellos fue el restaurante "Pau San" de calle Quinta y posteriormente, la fuente de soda "Peppin", ubicada en el Portal Álamo.
"Esta es una actividad que realizamos durante todo el año. En el 2017 ya llevamos casi 1.700 fiscalizaciones, de las cuales, 500 corresponden al área de alimentos porque en época estival es donde más aumenta el consumo de comidas fuera del hogar", explicó la seremi María Graciela Astudillo.
Pasó la prueba
La primera fiscalización se realizó alrededor de las 11.00 horas, en momentos que el restorán chino todavía no atendía público. Tanto los dueños como los trabajadores no tenían conocimiento de esta actividad, por lo que no estaban muy contentos cuando vieron que también los visitaba la prensa. "Y que fuera un allanamiento lo que están haciendo, si está todo bien, ¿por qué no se van a ver pa' otro lado?", se quejó una de las dependientas que caminaba a paso apresurado.
La seremi junto a su equipo se dirigieron hasta la sección de la cocina, en donde analizaron la limpieza y la manipulación de los alimentos. Tras comprobar que todo estaba en orden, le confirmaron al personal que podían seguir funcionando sin ningún problema. La trabajadora que se había quejado sonrió y volvió a decir: "¿Vieron? si está todo bien aquí, chiquillos".
Garzones molestos
Distinto fue el resultado del local "Peppin", que para desgracia de su dueño, tuvo que ser clausurado. Los garzones, también indignados por la presencia de la prensa, no permitían que nadie entrara, salvo la seremi de Salud.
"No pueden entrar ustedes, quédense ahí no más", decía uno de polera negra. Luego, cuando vio que los gráficos y camarógrafos hacían su trabajo desde la entrada, optó por bajar la cortina e impedir que el local fuera grabado. "Pa' que se dejen de sapear los cul...", vociferó tras bajarla.
"En este lugar en particular encontramos condiciones que no son adecuadas de manipulación y de infraestructura de alimentos, por lo tanto, se procede a la prohibición de funcionamiento. Para nosotros como seremía lo ideal es que los empresarios cumplan con la normativa, pero vamos a seguir con las fiscalizaciones, velando por el Código Sanitario", manifestó la seremi de Salud.
A raíz de lo anterior, María Graciela Astudillo apuntó que no es común que los locales sean clausurados porque la mayoría cumple con la normativa.
Durante el 2016 se registraron 106 brotes por ETA, con un total de 631 personas afectadas. En lo que va de este año, se han registrado 17 brotes, con 75 personas afectadas. Además, ya se han efectuado 214 sumarios sanitarios, especialmente en el área de Alimentos ya que con 102 casos, concentra el mayor número de controles.