Cinthia Matus O.
Durante dos décadas, el viñamarino Luis Molina (87) ha tenido que lidiar con la presencia de ratones. ¿La razón? al lado de su vivienda ubicada en la calle Desiderio Guzmán, en la población Crav de Viña del Mar, hay una casa que permanece totalmente abandonada, generando un gran foco de infección.
Aburrido con la situación, el hombre señaló que en varias ocasiones intentó dar con el dueño del inmueble, pero que hasta la fecha nadie se ha hecho cargo. "En esta casa hubo un conflicto familiar: las personas alcanzaron a vivir seis meses porque el tipo se llenó de deudas, dejó a su señora botada con los niños y después ella se fue con ellos y quedó todo tirado. Era una casa muy bonita, pero que ahora es un chiquero y un gran problema sanitario porque yo me lleno de ratones", expresó.
Su hija Ana Molina, que se acercó a este medio para conseguir ayuda al respecto, explicó que este abandono "se ha convertido en un microbasural y proliferación de roedores, lo que ha ocasionado que lleguen al domicilio de mi padre y de vecinos, con daños de salud para todos en el sector".
Busca al dueño
Los afectados aseguran que este abandono también genera contaminación a la piscina municipal que está ubicada justamente al frente de este domicilio de Villa Dulce. "He enviado cartas a la alcaldesa, concejales, pero ninguno me ha respondido hasta ahora, por eso ahora espero que se tomen cartas en el asunto", dijo Ana Molina.
Don Luis, que por esto está muy preocupado por su estado de salud, precisa que la casa cumplirá 20 años abandonada el próximo mes de mayo y que por lo mismo, le gustaría que apareciera el dueño. "De repente el cartero me echa una carta de esta casa y ahí viene el recibo de contribuciones de Pedro Morales Jaime, lo que quiere decir que está vigente. Allá dentro (de la casa) está lleno de pulgas e infecciones y me preocupa enfermarme por eso. Increíble que ya cumpla 20 años botada", manifiesta.
El viñamarino explica que ha tratado de buscar orientación en el municipio y que lo han ayudado con desratizaciones.
"Pero en 10 años han venido como tres veces no más y no es suficiente porque los ratones se siguen pasando para mi casa y la de los vecinos. Han traído pastillas para tirarlas al techo", afirmó.
Desratización
De no aparecer el dueño, don Luis insiste en la desratización. "Tengo muchas lauchas chicas y ahora con el verano es peor... por eso, si el dueño no aparece, pido que me vengan a desratizar seguido porque estos bichos se reproducen y se acercan a las casas. Esto es un peligro", sentenció.