Carla Olivares Rojas
A nueve años de pena efectiva fue condenado Tomás Alberto Vives Viveros luego de que el tribunal lo encontrara culpable de los delitos de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte, y de incumplimiento de la obligación de detener la marcha, prestar la ayuda posible y dar cuenta a la autoridad de un accidente de tránsito acontecido el pasado 2 de marzo en la avenida Edmundo Eluchans de Reñaca donde falleció el estudiante de derecho, Benjamín Lillo.
La condena por el delito de conducción de vehículo motorizado con resultado de muerte alcanzó los 5 años de prisión, en tanto que la condena por autor del delito de no detener la marcha, prestar ayuda posible y dar cuenta a la autoridad, alcanza los 4 años de cárcel.
Familia conforme
"Nosotros no queríamos venganza de esto, queríamos una señal potente a la sociedad y a la luz de los antecedentes creo que el fallo da cuentas de la gravedad de los delitos. Esto es esperanzador respecto de la justicia en el sentido que está colocando las cosas donde deben estar", señaló Gastón Lillo, padre del estudiante.
El fiscal Fernando Hodd manifestó que, aunque se solicitaban 15 años de pena, el fallo era el esperado dado que el tribunal aceptó una de las atenuantes del imputado.
"Estamos satisfechos, el tribunal dio por acreditados los dos delitos por los cuales se formalizó acusación, estableció que esas penas se van a cumplir de manera efectiva, de tal modo que hay tranquilidad para la familia", señaló.
Finalmente, el abogado querellante, Jaime Vera, sostuvo que se estudiará el fallo para conocer las razones de las sanciones y no descartó una solicitud de nulidad del fallo en la búsqueda de los 15 años de cárcel.
"Lo que procede es un recurso de nulidad y es parte de nuestro trabajo revisar los fundamentos para ver si hay alguna razón para solicitarlo, aunque en principio la pena que se impuso es una pena que satisface lo que inicialmente esperábamos", señaló el abogado.