Una treintena de mujeres socias del sindicato de trabajadoras de casa particular (SSINTRACAP) participaron en una charla sobre previsión social dictada por el Instituto de Previsión Social en el marco de su programa de actividades de vinculación la comunidad, que busca potenciar a las organizaciones y grupos en materia de derechos y deberes, impulsado por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social para acercar los beneficios del Estado a las personas.

La iniciativa se llevó a cabo en conjunto con el Instituto de Seguridad Laboral, en la sede de la organización sindical y favoreció a mujeres que recibieron información provechosa en temas tales como el Bono por Hijo, los beneficios del Pilar Solidario, la jubilación por el antiguo sistema y el Aporte Familiar Permanente, entre otros.

Una desagradable visita tuvieron este fin de semana en el colegio San Vicente, ubicado en la calle Sierra de Playa Ancha.

Alfredo Budrovich, administrador del plantel, señaló que el nochero descubrió en uno de los patios una gran cantidad de agua, que se explica en que ladrones quisieron robar cañerías de cobre de los sanitarios. Pero la mayor sorpresa vino cuando notó la ausencia de la campana de bronce ubicada en el área patrimonial, destinada a los estudiantes de pre kinder y enseñanza básica. "Era la tradicional del colegio, tenía unos 34 años. Si bien los alumnos mayores usan el timbre para los recreos, esta campana servía para el acto de despedida de los cuartos años medios. Tenía todo un simbolismo", sostuvo Budrovich. Los antisociales no pudieron delinquir en oficinas interiores. En el recinto estiman que los ladrones escalaron la reja del frontis, que se ubica al costado de un sitio eriazo, que es usado por desconocidos para consumo de alcohol y drogas. En el colegio San Vicente ahora van a instalar cámaras de seguridad e instaron a quienes sepan del paradero de la campana, a que avisen a Carabineros o al mismo establecimiento educacional.

Nicole Valverde S.

Esto no para. Después de Navidad viene el Año Nuevo, así que el espíritu navideño se va poniendo fiestero para despedir el año 2016 y recibir el 2017. Y si hay algo que no puede faltar, además del brindis con champagne, es el cotillón. Que cada vez es más producido.

Vitrineando llegamos hasta el comercial Fiesta Feliz ubicado en calle Condell, que ya está impregnado de fiesta y carrete. Gorritos coloridos, pelucas, sombreros con distintos motivos, y cotillón por todos lados, dan la bienvenida a sus entusiastas clientes.

Cristina Riquelme, encargada del local, modela un hermoso antifaz plateado con el que pasará el Año Nuevo. Cómo sabe si a la medianoche en punto, cuando los barcos comiencen a tocar, y los primeros fuegos artificiales alumbren la bahía porteña, recibe el beso del amor eterno.

Pack de cotillón

Los que la llevan son los pack de cotillón. Y los precios van variando para la cantidad de personas. Así ni la abuelita de la casa se queda sin su adorno fiestero.

"Los que son para diez personas traen gorros, collares, antifaces, y estos vienen o con nieve en espuma o con serpentinas spray. Esas que les gustan tanto a los niños", dice Cristina.

SULTANES vAcILONES

La novedad viene de la mano de los gorros y sombreros. Y este Año Nuevo 2017 los sultanes vacilones se robarán la película, igual que con la moda de las teleseries turcas. También hay cintillos antifaces que traen una nube de pensamiento para que usted pueda escribir sus deseos para el 2017. Cómo sabe si alguien que lo lea le cumple sus sueños.

"Los antifaces no suben de los 2 mil pesos, y los anteojos más elaborados cuestan un poquito más", asegura la encargada de Fiesta Feliz.

Vikingos fiesteros

Siguiendo con las aventuras épicas, los sombreros de vikingos, con cuernos y toda la parafernalia, también son de los favoritos para la fiesta de Año Nuevo. Lo máximo que puede llegar a costar un sombrero divertido y original, es 5 mil pesos. Ahora, si usted quiere lucirse puede llevarse uno y comprar los clásicos de diseños coloridos para sus invitados. Recuerde que lo importante es pasarlo bien y comenzar con el mejor ánimo el 2017.

"Lo que más se ha llevado la gente son los gorritos y collares hawaianos, que son los clásicos junto a los antifaces. También las copas luminosas, porque hay gente que no le gusta andar lavando copas el 1 de enero".