Fue por los masajes de Phelps y terminó con la espalda quemada
Terapia con ventosas, realizada en los "baños turcos" de Valparaíso, le dejó el 15% de su cuerpo inflamado.
Esta dramática situación, que tuvo lugar el jueves pasado, comenzó cuando Angelo Bozzolo, viñamarino, le dijo a su madre que tenía una contractura muscular en la espalda. Preocupada, la mujer le ofreció unos bonos para que, junto a un primo, se fuera a dar unos masajes a los baños turcos El Parque, ubicados en la calle Freire 564, Valparaíso.
Angelo aceptó y a las 18.00 horas de ese día se recostó en una de las camillas para que una terapeuta de unos 40 años aproximadamente, le realizara el respectivo masaje. Hasta aquí todo bien, salvo por el "regalo extra" que le quiso brindar la masajista. "Como conocía a mi mamá que era clienta hace unos 10 años, la masajista me propuso la aplicación de las ventosas. Yo le dije que sí, porque como siempre he sido bien deportista y me acordé de que el nadador Michael Phelps también lo practicaba, pensé que sería bueno para mi dolor de espalda. Pero ahí empezó lo terrible", cuenta desde su hogar en Reñaca.
Una pesadilla
De acuerdo a su relato, la profesional le colocó las ventosas calientes, con alcohol, encima de su piel que estaba con el aceite de los masajes. "Inmediatamente se me prendió fuego y ella sólo atinó a gritar. En la sala había unos espejos y al verme, me di cuenta que estaba envuelto en llamas, como si fuera una película de terror. En mi desesperación, me llevé las manos al cuello para intentar apagarme el fuego, mientras se acercaban otras personas del lugar para auxiliarme", explica.
Angelo indica que las personas le lanzaron un chorro de agua para aplacar las llamas y que luego de eso lo arrojaron a una piscina. "Esto me colapsó porque aunque estaba choqueado, pensaba en que era agua sucia, contaminada, con el sudor de otras personas y que no había ningún protocolo para atender este tipo de emergencias. Lo peor, es que si yo no me hubiera puesto las manos en el cuello, el fuego se me pasa para la cara y el pelo", expresa.
Posteriormente, el afectado fue llevado a la clínica. "Me iban a llevar a la posta pero les dije que no, que me llevaran a la clínica y sólo se hicieron cargo de la atención de urgencia. Me quedaron quemaduras de 1° y 2° grado y día por medio me tengo que hacer curaciones que valen $50 mil cada una. Además me tengo que hacer un tratamiento de injerto que es caro", alegó.
Arrendataria
La Estrella se contactó con la empresa aludida y a través de su abogado Jaime Barrientos, señaló que la responsabilidad es de la persona que hizo la terapia. "Fue un accidente que sufrió y nuestra posición es que mi cliente es dueño de un edificio, Parque Italia, y que en este funcionan distintas dependencias que son arrendadas a distintas personas. Una arrendataria que presta servicios de masajes atendió al señor Bozzolo, por lo tanto la propietaria del inmueble no tiene responsabilidad alguna en los servicios que sus arrendatarios presten en el recinto", aseveró Barrientos. Asimismo, señaló que "pretender hacer efectiva la responsabilidad del dueño del inmueble es como si el paciente de un dentista tiene algún problema con éste y pretenda responsabilizar al dueño de la consulta".