A balazos gendarme detuvo a asaltantes
En su tiempo libre iba de chofer de micro cuando tres jóvenes lo intimidaron con cuchillo. Los persiguió hasta entregarlos a la policía.
Dos hombres y una mujer fueron arrestados por Carabineros tras protagonizar ayer un asalto en el plan porteño.
El suceso se registró cerca de las 02.00 de la madrugada. Por la avenida Errázuriz en dirección a Playa Ancha, circulaba una máquina de la línea 602. Quedaban tres pasajeros a bordo, los que le pidieron al conductor que los dejara en la calle Melgarejo, pero éste se negó aduciendo que allí no había un paradero.
Entonces el trío reveló sus verdaderas intenciones, ya que uno de ellos extrajo un cuchillo cocinero y amenazó al chofer, a quien le quitaron casi 42 mil pesos correspondientes a la recaudación de la jornada. Cuando se retiraban los facinerosos atacaron con piedras el vehículo y rompieron una de las ventanas.
Los antisociales ignoraban que el hombre al volante era un cabo 2° de Gendarmería, funcionario del complejo penitenciario de La Pólvora que en su tiempo libre realizó este "pololo" de manejar una micro.
Persecución
El funcionario optó por perseguir en el mismo bus a los antisociales, incluso lo hizo en contra el sentido del tránsito. Les dio alcance en calle Condell, donde el gendarme se bajó de la máquina y desenfundó su arma particular debidamente inscrita, una pistola Taurus calibre 9 milímetros, y efectuó dos disparos al aire, conminando a los delincuentes a que se detuvieran, y así lo hicieron.
En ese instante por el sector de plaza Aníbal Pinto circulaba una patrulla de Carabineros de la Octava Comisaría Florida, los que arrestaron a los tres antisociales. Fueron identificados como los menores D.C.A.B., 15 años (mujer) y B.R.S., de 16, ambos sin antecedentes policiales. El único adulto aprehendido fue S.H.G., 20 años, poseedor de un amplio prontuario delictual.
Los tres antisociales fueron derivados ayer hasta el tribunal de garantía local, donde fueron formalizados por el Ministerio Público por los delitos de robo con intimidación y daños.
El gendarme estaba autorizado para el porte de armas y se constató que actuó como víctima y sin infringir la ley, por lo que no tendrá problemas con la justicia.