columna
El carrusel en el que estamos metidos
Analizar el punto sumado en Barranquilla como un hecho aislado, no tiene mucho sentido. Revisar la tabla de posiciones rumbo a Rusia 2018, sin detenerse a revisar las siete fechas que faltan, es perder balas en gallinazos.
Todo va de la mano en un carrusel, varía partido a partido. Por ello, dudo que se terminen las celebraciones antes de las fechas de octubre 2017.
Como en estas páginas lo que más nos interesa es la suerte de la Roja, hay que seguir buscando lo que habíamos escondido en un lugar inaccesible: la calculadora, junto a esquemas de juego que no nos despiertan la pasiones, pero nos rinden en la tabla.
Con todo ello en mente, celebro el empate en Barranquilla, aunque me es imposible alabar el nivel del partido, que fue muy, pero muy discreto.
Creo que la táctica colombiana de llevar sus partidos al calor abrasador y la agobiante humedad de Barranquilla, no les está favoreciendo.
En los dos últimos partidos, dos empates. Pobre cosecha. Para mí, sus jugadores sufren más que los visitantes, pues deben llevar la fuerza del juego y bajo el clima abrasador, simplemente juegan a una velocidad que ayuda al rival a tomar posiciones defensivas.
Fue lo qué pasó en los últimos 60 minutos del partido ante Chile. En el comienzo, jugamos mejor y controlamos el balón. Cerca del minuto 30, vino la interrupción reglamentaria para que los jugadores se hidrataran y, tras los líquidos, se nos perdió la pelota y le entregamos la iniciativa y el juego a los colombianos, que dominaron, sin causar gran peligro, para terminar en un desabrido -pero de gran utilidad para nosotros- empate sin goles.
De ahí en más, a seguir tres de los otros cuatro partidos (el 5-0 de Venezuela sobre Bolivia sólo sirve para la estadística) esperando que sumaran de a tres Brasil, Uruguay y Perú.
Y lo lograron los tres. Brasil con clara ventaja sobre Argentina. Uruguay con lo justo ante Ecuador y Perú goleando a Paraguay de visita.
Me detengo en este último partido. Los tres puntos que recibió Perú de parte de la FIFA (ante el error reglamentario de Bolivia), parecieran haberlos resucitado, y ante los paraguayos, sumaron de a tres, por primera vez en la eliminatoria y volvieron a la pelea. Así encienden la ilusión en tierras incaicas.
Los tres puntos de Brasil: muy buenos para nosotros. Los tres goles de diferencia empeoran la posición argentina y, en una final tan estrecha como la que se divisa, eso nos puede favorecer.
Los tres puntos de Uruguay nos ayudan, pues con ello alcanzamos a los ecuatorianos y, por otra parte, pienso que los charrúas vendrán a Chile un tanto más relajados; por tanto, la clasificación de los charrúas es casi un hecho.
Además, la tendencia estadística, tras siete partidos por clasificatorias jugados en Santiago, entre Chile y Uruguay, nos muestran que Chile ha ganado tres veces; en tres ha sido empate y una victoria celeste.
En goles, es ínfimo el aporte: seis para Chile (entre ellos, el "Gol imposible de Jorge Aravena...).
Este martes, obviamente, un triunfo de la Roja sería muy beneficioso, no es nada despreciable un empate. Total, ya desempolvamos la calculadora y la forma "práctica y conservadora" de jugar y dudo que cambie antes de octubre de 2017.
*Ex presidente de la ANFP y presidente de fundación Ganamos Todos, dedicada a conectar el deporte con el desarrollo de las personas, aportando a la prevención de la vida sedentaria y el sobrepeso, a través de la práctica deportiva. / www.ganamostodos.cl"
"Ya desempolvamos la calculadora y la forma 'práctica y conservadora' de jugar, dudo que cambie antes de octubre de 2017"."