Manuel Gómez Poblete

Su invicto en condición de visitante y su -hasta el sábado- buen funcionamiento defensivo (en 8 partidos jugados, le habían convertido apenas 5 tantos), era lo que sustentaba el optimismo y la ilusión de un Santiago Wanderers que tras caer en el último "Clásico Porteño", tuvo 14 días para recuperarse y trabajar su eventual revancha ante Deportes Iquique en el Estadio Cavancha.

No obstante y pese al discurso del técnico Eduardo Espinel (que aseguró en la semana que veríamos a un Wanderers más ofensivo y protagonista en el norte), lo realizado por los caturros fue triste y decepcionante... casi para sentir vergüenza.

Y no se trata de venir ahora e incendiarlo todo, pero si ante un elenco iquiqueño que llegaba sin cuatro de sus máximas figuras (no estuvieron Rodrigo Naranjo, Mathías Riquero, Manuel Villalobos y Gonzalo Bustamante, todos lesionados) el planteamiento wanderino fue de igual modo... timorato y ultra defensivo, no hay mucho de donde afirmarse. Y no se puede decir que el ingreso de Pastorini por Fernández fue para darle un mayor ataque a los caturros, porque el ex Murciélagos F.C. deambuló en la cancha. Y ni siquiera el calor fue factor, ya que al menos Iquique -que se afirma como candidato al título- si pudo jugar, proponer, abrir la cancha y convertir tres golazos frente a un Wanderers errático, confundido y sin variantes.

Aguantó lo que pudo

Tras aguantar el cero en el primer tiempo y con un Castellón que ya sumaba votos para convertirse en figura (Caroca, Torres y Ramos a los 28', 42' y 45'... bien pudieron abrir la cuenta), vino la apertura del marcador en el minuto 55 de partido, merced a un golazo de volea del argentino Diego Torres (centro de Reynero) que dejó estático el meta wanderino. Diez minutos después y tras un centro por derecha que fue pivoteado por Cubillos y luego acomodado por Ramos, apareció nuevamente Torres para fusilar a Castellón y ya sellar el triunfo de los "Dragones Celestes".

El 3 a 0 final (gol de Alvaro Ramos, que con una facilidad única se sacó a Castellón y luego al central Mario Parra, que se perderá por amarillas el próximo duelo ante la Unión Española) sólo vino a ratificar la crisis de un Wanderers que hace rato que extravió el rumbo y que desde venció a la Universidad Católica en San Carlos, el pasado 21 de agosto... nunca más supo de victorias.

Fue uno de los pocos jugadores de Wanderers, que accedió a dialogar con la prensa en Cavancha. Oscar Opazo, fue autocrítico en su análisis: "Es lamentable. Hace ya varios partidos que no podemos ganar, sumar de a tres y la verdad que nos está costando. En el partido pasado nos vimos muy mal ante Everton, jugando de local, quedamos muy dolidos, pero veníamos con la intención de sacarlo adelante y llevarnos un buen resultado. Sabíamos que iba a ser difícil, que Iquique por algo está puntero y creo que nos ganaron bien. Nosotros tenemos que arreglar muchas cosas, no puede ser que nos hagan tres goles cuando lo mejor que teníamos era la defensa y por ahora, lo único que nos queda es trabajar, asumir errores, hacer nuestra autocrítica y levantar cabeza".