La tragedia del jubilado
"Destino" se define como una serie de causas que producen un efecto, encadenamiento de sucesos considerados como necesarios y fatales. Pero el Destino de un jubilado, es uno forzado...
Después de haber trabajado toda una vida, sueño con un descanso prolongado, dejando la pega para que otro resuelva los problemas, donde nadie me de órdenes, donde mi esposa me atienda con cariño y poder jugar con los niños, dormir a mis anchas sin horario.
Después de llenar un montón de papeleo, y una larga espera, por fin llega mi ansiada jubilación. Es lo que se llama "Libertad"; libre de polvo y paja!!. Lo primero es almorzar fuera de casa, sin lavado de platos ni cosa parecida...toda la prole servida como personas dueñas del mundo.
Pero poco dura la felicidad: Como el tiempo pasa, la felicidad del jubilado no es completa ni eterna. Llega el tiempo de las enfermedades y otros males que uno ni los piensa.
El destino y la muerte llegan a nuestras casas sin aviso alguno. Los cementerios se llenan de niños, jóvenes, ancianos, y nuestras esposas...que en paz descansen. El sufrimiento del jubilado pasa a ser físico y mental. Es aquí donde el jubilado tiene que estar preparado para no sucumbir, en mi caso mi mente ya estaba preparada y educada por el destino para estos casos difíciles e imprevistos. Pasan los meses y años, y mi destino con mi suerte no dejan de torturarme, mis pasos ya no son los mismos, mi mente tiende a olvidar, mis ojos distinguen verrugas en mis manos y siento cansancio en mis pies, y con calambres por las noches. Mis sueños, ilusiones y fantasías como humilde trabajador de tener un Mercedes Benz o un chalet en Viña del Mar, o un paseo alrededor del mundo, me fracasaron, aunque la satisfacción de un jubilado es soñar, porque no cuesta nada...
Mario Hernández Canales