Fabián San Martín D.
Todo un misterio es el el asesinato de un porteño en la avenida Pedro Montt. La PDI busca a los implicados en el crimen, los que se mantienen prófugos.
Cerca de las 22.30 horas del domingo efectivos de la Segunda Comisaría Central se apersonaron en la intersección de las avenidas Pedro Montt y Uruguay, donde se hallaba un hombre tendido a un costado de un paradero de locomoción colectiva, lesionado con cuchillo.
El sujeto fue atendido por paramédicos del Samu del hospital Carlos Van Buren, que en vano trataron de reanimarlo, constatando su deceso por una herida por arma blanca en el costado izquierdo del tórax. El fallecido fue identificado por la policía uniformada como el empleado Raúl Armando Palma Olivares, 47 años, domiciliado en cerro Cordillera.
Al sitio del suceso concurrió el fiscal de turno, Samuel Nuñez, a encabezar las primeras diligencias tendientes a esclarecer el delito. Se confirmó que el fallecimiento de la persona aconteció por la intervención de terceros, descartándose que el hecho estuviera relacionado con el asalto ocurrido a escasos metros, y casi en forma simultánea, en un local de comida rápida en la misma Pedro Montt.
El fiscal dispuso que el sitio del suceso fuera analizado por la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística regional. Los detectives se dieron a la tarea de empadronar testigos en búsqueda de información, pero se toparon con la renuencia de algunos a colaborar con la investigación, en un sector caracterizado por la alta presencia de vendedores ambulantes y bandas delictuales.
Altercado
Lo que sí se determinó fue que Palma Olivares fue interceptado por al menos tres sujetos, con los que sostuvo un altercado, que derivó en que fuera atacado con una fatal lesión en la región pre cordial. La BH recuperó el arma usada en el crimen, un cuchillo cocinero de los tradicionales que se usan para pelar verduras. El occiso portaba entre sus vestimentas su billetera, celular y otras especies, por lo que una tesis apunta a que se opuso a un asalto cuando esperaba locomoción para retornar a su hogar en Cordillera.
No registraba antecedentes policiales. La PDI se contactó con Carabineros para revisar las cámaras de televigilancia de esa esquina, para determinar sí grabaron el asesinato y los rostros de los homicidas. El cadáver fue derivado al Servicio Médico Legal para la autopsia, y hoy debiera ser entregado a la familia para el velatorio y posterior funeral.