El pan batido que José Balmes le dejó al Puerto
El mural N°17 del "Museo a cielo abierto" fue pintado por el artista que falleció el domingo. Sus restos descansarán en El Totoral, cerca de El Quisco.
Está en la esquina de la calle Rudolph con Ferrari, muy cerca de la obra de Nemesio Antúnez. "Corazón de hueso blanco" es el mural N°17 del Museo a Cielo Abierto y que José Balmes pintó en 1992, transformándose en parte del selecto grupo de artistas que coloreó las paredes del cerro Bellavista, por iniciativa de la Universidad Católica de Valparaíso.
Se trata de la imagen de un gran pan batido, instalado sobre una pared de ladrillos. Una imagen que aparece con regularidad en la obra de Balmes. "Un día estaba tomando té, miré una y pensé que podía ser un buen motivo para mi trabajo. Las he puesto en diferentes contextos, entre ellos el sol, la lluvia, la pobreza, porque tomó el lugar del cuerpo humano. Me apasionó pintar marraquetas. Es un producto tan propio de Chile, que merecía formar parte de mi trabajo", le dijo el artista a Las Últimas Noticias en 2012.
La historiadora de arte y profesora del Instituto de Arte de la UCV, Amalia Cross, se refirió al valor del mural de Balmes: "Hace referencia iconográficamente a otras obra de Balmes, principalmente a una del año 1991 que es 'Pan territorio' y lo interesante es que la forma de la marraqueta hace referencia precisamente a esta idea de pan territorio. El pan es el todo, es la unión de un lugar donde uno se reconoce y la marraqueta es un pan que nos caracteriza".
En el winnipeg
José Balmes falleció el pasado domingo a los 89 años en Santiago y desde ayer era velado en el Museo de Bellas Artes de Santiago. El gobierno decretó duelo nacional para hoy, lo que fue comunicado a través de la cuenta de Twitter de la Presidencia: "En honor de la vida y obra del Premio Nacional José Balmes, la Pdta. Bachelet ha declarado mañana Duelo Nacional".
Su hija Concepción Balmes, así lo recordó en Radio Cooperativa: "Él nos deja una enseñanza de vida, una forma de vida consecuente, valiente, él es de una generación además importante, donde artistas se la jugaron mucho por el arte, por ser, por defender, mucho más allá del mercado o del valor de un cuadro o de la venta: se la jugaron por el arte mismo, por esos ideales que nunca deben perderse".
Sus funerales se llevarán a cabo hoy y sus restos serán trasladados hasta El Totoral, sector rural de El Quisco. Estará cerca de la tumba de Pablo Neruda en Isla Negra, poeta que fuera uno de los responsables de la llegada a nuestro país de José Balmes y su familia el 3 de septiembre de 1939. Neruda, como cónsul chileno en Francia, fue el gestor de la venida del Winnipeg, barco que trajo hasta Valparaíso a los refugiados de la Guerra Civil Española.
En uno de los aniversarios de este viaje, Balmes lo recordó así: "Toda la bahía estaba iluminada, casi nadie se movió de cubierta hasta el amanecer. Había sol de primavera ese día 3 de septiembre. En tierra, rostros y manos nos dieron su amistad. Después de mucho tiempo sabíamos el significado de un abrazo".