Fabián San Martín D.
Tenía que estar a primera hora de la mañana regulando el flujo vehicular y peatonal afuera de un plantel educacional de Villa Alemana, instruyendo a los escolares sobre el respeto a las normas del tránsito... pero quien debía ser un ejemplo para los menores, incurrió en uno de los delitos más graves: la conducción en estado de ebriedad.
El hecho se produjo ayer cerca de la 01.00 de la madrugada. Según el relato del conductor G.P.S.C., iba en su vehículo particular Hyundai Veloster blanco, año 2016, por la intersección de las calles Yungay con Santa Ana, cuando en una maniobra imprudente casi fue colisionado por un automóvil Chevrolet Corsa blanco. G.P.S.C. prosiguió su marcha hacia la calle San Martín y al enfrentar la calle Tacna, para su infortunio se topó con el mismo automóvil, claro que en esta oportunidad no consiguió evitar el impacto en su parte delantera.
Agresivo
El afectado alertó de lo sucedido a familiares que vivían en las cercanías y en el lugar notaron que el otro conductor evidenciaba estar bajo los efectos del alcohol. Incluso mostró una conducta agresiva, al punto que tuvo un forcejeo violento con el padre del conductor que fue colisionado. El chofer ebrio fue reducido por los civiles y entregado a Carabineros de la Sexta Comisaría de Villa Alemana, quienes no ocultaron su sorpresa cuando vieron que el detenido era un colega de la misma unidad policial villaalemanina, el carabinero S.N.C.V., con un año y siete meses en la institución.
El funcionario, que iba de civil, debía presentarse ayer al turno de servicio de tránsito de colegios. Los uniformados notaron que su compañero exhibía claras señales de estar intoxicado y lo conminaron a que se efectuara el examen de alcotest, pero éste se negó. Junto al otro chofer involucrado, el carabinero fue derivado al hospital de Peñablanca para la constatación de lesiones y exámenes de alcoholemia. Compareció al tribunal por manejo en estado de ebriedad.
Sumario y medidas disciplinarias
En el hospital se verificó que el carabinero tenía "ebriedad manifiesta, contusión nasal, erosiones múltiples en zona dorsal izquierda posterior extensa y leves erosiones en cuero cabelludo", de carácter leve. La fiscal de turno, María Aravena, dispuso fuera formalizado en el tribunal de garantía, mientras que el otro chofer quedó apercibido. Iba sin alcohol y con su documentación en regla. El sumario interno determinó que el policía "se encontraba en manifiesto estado de ebriedad, con fuerte hálito alcohólico, rostro congestionado, inestabilidad al caminar e incoherencia al hablar". Manejaba sin los documentos del vehículo ni sus placas identificatorias de uniformado. La institución indicó brevemente que "el caso está siendo resuelto administrativamente por su mando directo", sin confirmar una baja de la institución.