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El Sambódromo de Río de Janeiro será un recinto que difícilmente olvidará Érika Olivera. Y es que en ese lugar hizo ayer historia y puso fin a su carrera como atleta profesional. La chilena cruzó la meta en el lugar 105 de la maratón de 42 kilómetros 195 metros y de paso se convirtió en la única mujer en el mundo en terminar 5 maratones olímpicas. Todo un logro.
En la carrera, la que terminó con un tiempo de 2:50'29, tuvo un gran repunte. Con 5 kilómetros recorridos iba 148, pero poco a poco fue escalando. Antes de salir a correr por las calles de Río se vio muy concentrada. Tranquila en sus movimientos, sabiendo que lo que estaba viviendo no lo volvería a repetir. Muy cerca de ella siempre estuvo Natalia Romero, la otra chilena en competencia. Se volvieron inseparables, tanto así que corrieron en todo momento juntas. Al cruzar la meta quedaron atrás cinco JJ.OO. Todo comenzó en Atlanta 1996, cuando terminó 37. En Sidney 2000 fue 27, su mejor resultado en una cita de los cinco anillos. Luego vinieron los de Atenas 2004 y su posición fue 58. A Beijing 2008 no fue sólo por el nacimiento de uno de sus hijos, pero regresó en Londres para llegar 63. Y a eso se suma lo de hoy. Para los libros quedará que la mejor marca histórica fue de 2 horas, 32 minutos y 23 segundos conseguida en Rotterdam, Holanda, el 18 de abril de 1999. Como logros más importantes de su carrera obviamente resalta la medalla de oro conseguida en los Juegos Panamericanos de Winnpeg 1999. Cuatro años después, en los Panamericanos de Santo Domingo, fue bronce. A nivel Sudamericano, en los Odesur de Valencia, en Venezuela en 1994, fue doble oro en 3 mil y 10 mil metros.
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