Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

48 horas han pasado desde que la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos entrara en vigencia y, entre las medidas que contempla, una de las que despierta mayor atención es la implementación de los kioscos saludables en los colegios.

Con esta nueva disposición se pone fin de manera definitiva a la venta de "comida chatarra", lo que se suma a la restricción de la publicidad dirigida a menores de 14 años de productos que no son saludables. Con esto, se busca reducir los alarmantes niveles de obesidad infantil que existen en el país.

Paso a paso

En el segundo día de vigencia de la normativa, el kiosco ubicado en el patio trasero de la escuela básica América de Playa Ancha recibió a con frutas, compotas, yogurth, sándwiches con pan integral, jugos light y frutos secos a los alumnos en el recreo de las 11 de la mañana.

Claramente había inquietud por cómo recibirían los niños la nueva disposición, pero a los pocos minutos las dudas se despejaron. Contrario a lo que se podría pensar, acá la puesta en marcha de la normativa no tuvo inconvenientes y fue bien recibida por los menores y sus padres.

Mario Villagrán, que trabaja como apoyo en la dirección de establecimiento, comenta que lo importante es entender que enseñarles a comer sano a los menores es un proceso paulatino y que contar con un kiosco que expenda sólo éste tipo de alimentos es un paso importante. Aunque, acá hubo un plus: antes de esta normativa ya se vendían productos saludables.

Para Villagrán y el resto del cuerpo docente de la escuela de calle Panamá, la entrada en vigencia de la legislación sólo trajo satisfacción. "Ha sido positiva la implementación acá, se han ido cambiando todos los productos (...) Los alumnos lo han recibido de una buena forma y entienden que es por su bienestar", indica.

Más cerca del plan, en la escuela República Argentina de cerro Cárcel, también están con la mira puesta en promover hábitos saludables entre sus alumnos. Aunque acá no hay kiosco, sí están al tanto de la guía de colaciones saludables del Ministerio de Salud y buscan hacer entender a padres e hijos sobre la necesidad de combatir el sedentarismo y la obesidad -sobretodo- en la primera etapa escolar.

Acá, la tarea ha sido más ardua que en el establecimiento de Playa Ancha, pero no bajan los brazos. Los recursos económicos limitados o la rapidez que implica comprar una papa frita en vez de preparar una colación saludable para los menores, son algunos de los argumentos que los apoderados entregan a la hora de seguir prefiriendo la "comida chatarra" para los recreos de sus hijos.

Según Nancy Méndez, directora de la escuela ubicada frente a la tradicional plaza El Descanso, todavía existe cierta resistencia frente a los alimentos saludables, pero los resultados positivos que paulatinamente y con esfuerzo están logrando, les indican que es el camino correcto.

"Siempre buscamos la manera de incentivar a los niños y padres de que la colación que traigan sea saludable (...) a veces nos ponen pero y hasta los padres nos dicen que no tienen el tiempo o los recursos. Nosotros seguimos tratando, porque es un trabajo largo, pero hay señales que nos dicen que las cosas van cambiando", explica la directora.

¿Y los niños?

Es hora de la colación y en la escuela América los niños corren hasta el kiosco. No piden papas fritas, ni bebidas, ni menos chocolates. Ahora la preferencia la tienen las compotas, los huevos duros, las manzanas y plátanos. Yarella Soto, de ocho años, saborea con ganas un huevo duro mientras animadamente antes de seguir jugando con sus amigas. "Me gusta porque es rico y me sirve para crecer grande y sana", dice.