Claudia Carvajal R.
Los dramas parecen no terminar para la Escuela Ramón Barros Luco, cuyo histórico edificio se encuentra abandonado desde el terremoto del 2010, en Victoria con Morris. La seremi de Desarrollo Social (organismo que evalúa técnicamente las iniciativas que serán financiadas por el Estado) le encontró una serie de reparos al proyecto de recuperación presentado por la Corporación Municipal de Valparaíso.
El seremi del ramo, Abel Gallardo, ayer explicó a La Estrella los problemas más importantes que tiene la propuesta y que son los mismos que arrastra desde el 2013, cuando ingresó por primera vez al organismo: se pide que informen si el proyecto cuenta con la aprobación previa de la seremi de Educación; si sigue vigente el comodato de Bienes Nacionales, propietarios del inmueble, y cuáles son las obras ya realizadas y que fueron pagadas en una obra anterior (ver recuadro).
El proyecto ya ha sido devuelto con reparos en tres ocasiones y la Corporación nunca ha aclarado las dudas planteadas por la seremi. Además, cada vez que reingresa, se solicita más dinero. El 2013 costaba $4.600 millones, el 2015 llegó a $5.395 millones y el 2016 subió a $6.910 millones.
"En noviembre del 2013 nosotros conocimos por primera vez el proyecto y en diciembre de ese año la seremi lo objetó técnicamente y esas observaciones el municipio las respondió dos años más tarde, en diciembre del 2015. Ingresó un nuevo proyecto, que es prácticamente idéntico al anterior, pero en este caso el monto era por $5.395 millones", detalló Gallardo.
Ese segundo proyecto otra vez fue rechazado en enero de este año, con las mismas observaciones. La municipalidad respondió el 18 de mayo, lo que fue analizado por la Seremi y nuevamente le encontraron problemas.
Al respecto, Abel Gallardo se mostró preocupado por esta situación, especialmente por el destino de las 600 alumnas de la escuela, ya que más encima la Superintendencia de Educación determinó que el plantel no puede seguir funcionando en el edificio que hoy ocupa.
"Llama la atención que tengamos tantos años esta obra abandonada. En el caso de nuestro Ministerio hemos respondido con la celeridad normal, diez días es el plazo que nos impone la norma. En cambio quienes presentan iniciativas no tienen plazos, tanto que en este caso la Municipalidad respondió 24 meses más tarde. Son temas internos que la misma municipalidad debe evaluar y la ciudadanía también".
Gallardo además enfatizó que "claramente es el municipio el responsable de sacar adelante este proyecto".