Sebastián Paredes C.

El sábado 21 de mayo pasado quedará marcado a fuego en la memoria del bombero porteño Mauricio Contreras (27), quien a nivel nacional fue conocido por una imagen bastante particular.

En ella se muestra al bombero tratando de pedir calma a los manifestantes que les arrojaban piedras, mientras sus colegas y él trataban de hacer su trabajo en medio de una de las protestas más violentas de los últimos años en el Puerto.

"En un momento nos vimos en medio de la línea de fuego entre los manifestantes y los carabineros. Yo era el tercero de mayor antigüedad en mi grupo y quedé a cargo de otros tres compañeros. Cuando tú estás a cargo de alguien debes asegurarte de que a esa persona no le pase absolutamente nada porque además de colegas bomberos son mis amigos, entonces me tenía que asegurar de mantenerlos a salvo mientras hacían su trabajo", detalló el bombero de la Primera Compañía de Valparaíso, quien agregó que "es una de las situaciones más tensas que me ha tocado vivir. Nosotros vamos a emergencias a distintos lugares donde no nos tratan muy bien y en oportunidades grupos de diez personas nos increpan o nos intentan golpear. Sin embargo, llegan los carabineros y todo se calma, pero el sábado eran cientos de tipos que estaban ahí y eran incontrolables".

Mauricio Contreras señala que todo ocurrió en una fracción de segundos y que la verdad es que no midió las consecuencias de sus actos. "Yo veía que lo que volaba por los aires no eran piedras, sino que pedazos de concreto que podían caer en cualquier momento en la cabeza de uno de nosotros, pero la verdad es que eso no me importó. Sólo levanté los brazos en señal de que tuvieran calma y que nos dejaran trabajar".

Mauricio no sabe cómo, pero su mensaje fue recibido por los manifestantes. "Creo que me entendieron. Nosotros no estamos contra ellos, sino que estábamos haciendo nuestro trabajo, para lo que nos llamaron. Después de eso nos dejaron de tirar piedras a nosotros, pero siguieron tirándole con todo a un piquete de carabineros".

Violencia

A Mauricio le llamó la atención la violencia con que algunas personas se enfrentaban a bomberos. "Algunas personas piensan que uno está defendiendo lo privado, que quiere salvar el dinero de las otras personas, pero la verdad es que no. Nuestra labor como bomberos es acudir a a las emergencias sean dónde sean, no importando si es una persona que tiene mucho dinero o es alguien de escasos recursos; nosotros tenemos que combatir el fuego", detalló el voluntario de la Primera Compañía de Valparaíso, quien es cabo segundo de la Armada de Chile.

Contreras dice que nunca pensó que alguien lo estaba fotografiando cuando llamó a la calma a los manifestantes y que si lo tuviera que hacer de nuevo "lo haría una y mil veces".

En cuanto a sus más cercanos, el voluntario reconoce que recibió felicitaciones por todos lados, pero que igual se llevó un reto de su mamá y de su esposa por lo arriesgado de su acción.

Tratamiento siquiátrico por esquizofrenia recibía el adolescente arrestado tras romper y sustraer imágenes de la Virgen María en el cementerio N°3 de Playa Ancha, acción que habría realizado en al menos otras siete oportunidades por ser un "enviado de Jesucristo".

El playanchino M.G.G., de 16 años, fue formalizado ayer por robo en lugar no habitado. El defensor penal, Alvaro Barraza, dijo que debido a que presenta un trastorno de esquizofrenia, se suspendió condicionalmente el procedimiento hasta el próximo 25 de agosto, cuando se desarrolle una nueva audiencia, donde podría declararse su inimputabilidad por un eventual estado de locura o demencia. El fiscal Juan Carlos Catalán señaló que hay que esperar el informe siquiátrico para determinar si es inimputable ante la ley.