De 3 tiros en la cabeza aparece asesinado el joven extraviado
En una boscosa quebrada de Quintay estaba el cadáver de Víctor Montecinos, cuya pista se perdió el 11 de mayo en Placilla. Implicado confesó al OS-9 su paradero. Se indaga si fue torturado antes de morir. Madre exige justicia.
Los temores de una familia de Playa Ancha de encontrar sin vida a su ser querido desaparecido, se confirmaron de la peor manera, luego que éste fue hallado brutalmente asesinado en una quebrada de Quintay.
Para entender esta historia hay que remontarse a inicios de este mes, cuando Víctor Manuel Montecinos Sánchez, de 33 años, salió desde el complejo penitenciario de Valparaíso, tras cumplir una condena de seis años de presidio por tráfico de drogas y porte ilegal de arma de fuego. La noche del miércoles 11 de mayo fue la última vez que los suyos lo vieron con vida.
En su automóvil Chevrolet gris y en compañía de un amigo, Víctor enfiló hacia el pasaje San Jorge de la población Emergencia de Nueva Placilla. Iban provistos de armas de fuego para realizar una "mexicana" o quitada de drogas a una familia dedicada a esta actividad ilícita. Pero las cosas salieron mal para Víctor y su amigo, ya que fueron repelidos a tiros por los dueños de casa. Uno de los proyectiles dio en la cabeza de Víctor, que cayó malherido. Su amigo quiso auxiliarlo, pero recibió un balazo en la espalda y atinó a correr hasta el automóvil y escapar.
Montencinos Sánchez quedó en el lugar. Ante su prolongada ausencia, el viernes 13 la familia del playanchino colocó una denuncia de presunta desgracia en Carabineros. El testigo y sobreviviente huyó del hospital y llevó a la madre y otros familiares de Víctor hasta la propiedad de Placilla donde acontecieron los sucesos. Allí rastrearon el sector buscando pistas sobre su paradero. Incluso contactaron a videntes que les indicaron que estaba aún con vida, pero secuestrado en un lugar rural. Recorrieron quebradas, basurales y pegaron fotos con su imagen en distintos puntos de la ciudad.
El caso fue asumido por la fiscal Mónica Arancibia, que dejó la investigación en manos de la sección OS-9 y las pericias en el Labocar. Los policías revisaron minuciosamente el predio donde ocurrió la balacera, terrenos de bosques colindantes y algunos inmuebles, sin resultados positivos. También periciaron el automóvil Chevrolet en que huyó el amigo de Víctor -que nunca quiso declarar en la causa- y que fue ubicado en la población Ramón Cordero de Playa Ancha. Carabineros siguió con las investigaciones, incluso con perros entrenados pesquisaron los alrededores del último lugar en que lo vieron.
Testigo clave
Una pista importante surgió con el hallazgo de una camioneta cerca de Caleta Portales, la que tenía sangre y evidencia orgánica, de que fue usada para trasladar al extraviado a un lugar indeterminado. Las averiguaciones del OS-9 dieron sus frutos cuando consiguieron la declaración de un testigo directo de la balacera en Placilla, quien además terminó por confesar la ubicación del cadáver.
Fue así que la noche de este martes personal de OS-9, acompañado de un equipo de Labocar, llegó hasta un mirador ubicado frente al kilómetro 19.300 de la ruta F-800 que lleva a Quintay. En una quebrada, no muy lejos de la calle, a una distancia de unos 25 metros, se hallaba el cuerpo.
No fue enterrado, pero la maleza, hojas de árboles y restos de sedimento desplazados por las lluvias, ocasionaron que el cuerpo estuviera semi cubierto. Vestía la tenida con la que lo vieron salir el 11 de mayo. El rostro se hallaba irreconocible por el normal estado de putrefacción. Trascendió que la revisión preliminar al cuerpo, reveló en primera instancia que tendría tres lesiones en su cabeza atribuibles a igual número de disparos. Todo apunta a que tras ser herido en Placilla, esa misma noche -se especula que con signos vitales- fue envuelto por sus captores y llevado en el pickup de una camioneta hasta ese lugar, donde terminaron por quitarle la vida con otros disparos.
Tortura
Se supo que el cadáver presentaba lesiones en sus extremidades y otras partes de la anatomía, las que no se descarta pudieran asociarse a algún tipo de tormento inferido a la víctima antes de fallecer.
De madrugada los restos se fueron al Servicio Médico Legal, donde recibió un "golpe de frío" para evitar una mayor descomposición. Se conoció que será llevado a Santiago para una autopsia más acabada la otra semana, que establezca la causa exacta del deceso y el origen de las lesiones.
Ayer en la mañana, con luz natural, OS-9 y Labocar regresaron al sitio del hallazgo a buscar evidencias. Allí la capitán Tatiana Castillo, jefa de la sección OS-9 Valparaíso, se refirió oficialmente al caso. "Recibimos una orden de investigar una denuncia de presunta desgracia donde el 11 de mayo un joven desaparece en Placilla. La primera información señala que se trataría de una quitada de drogas. Tras diligencias establecimos que este joven fue herido en esa quitada de drogas, y posteriormente según pruebas testimoniales fue ejecutado por algunos de estos sujetos que participaron en ese hecho".
Sobre la data de muerte de Víctor, dijo que según pericias preliminares de Labocar el deceso sería de un par de semanas, que coincide con la fecha de su desaparición. Añadió que el proceso investigativo continúa. "Necesitamos recopilar la mayor cantidad de antecedentes posibles de las personas que se hallaban en el sitio del suceso. Van a salir más involucrados en el proceso, tanto los que ejecutaron el delito como quienes fueron cómplices de la muerte", dijo la oficial.
Sobre las personas identificadas por el OS-9 como autores del asesinato, sostuvo que están relacionadas con el tráfico de drogas y uso de armamento y poseen un alto grado de agresividad. "No sabemos si dentro de la investigación los podremos asociar a más delitos".
Respecto de la situación procesal del involucrado que confeso la ubicación del cadáver, se informó que está en calidad de imputado y la Fiscalía debe resolver su futuro. Ayer quedó apercibido al artículo 26, a la espera de ser citado a declarar al Ministerio Público.