Aparentemente una falla en un medidor perteneciente a la compañía eléctrica Conafe habría originado el incendio que la noche de este jueves afectó a la distribuidora de carnes Xima, ubicada en la Av. Concón 1746 de Santa Inés en Viña del Mar.

Así lo manifestó la representante de la empresa, Ximena Marchant, quien destacó que afortunadamente las instalaciones, que no tienen más de dos años de construidas, no se vieron afectadas.

"La que tendrá que decidir quién tiene la responsabilidad en el incendio es la fiscalía. Nosotros estamos a la espera de lo que ellos digan", precisó la ejecutiva, añadiendo que los tableros eléctricos de la empresa no se vieron afectados.Ximena Marchant agradeció el trabajo de bomberos y de los trabajadores, quienes llegaron al local para ayudar en lo que fuera necesario.

"Todo el equipo de Xima se ha portado de manera increíble. Tenemos cerca de 30 trabajadores y llegaron todos anoche a ayudar. Lo que más siento es que un bombero salió herido. No he podido saber cómo está", comentó Ximena Marchant.

Carnes Xima distribuye hace más de 15 años productos carneos en la región.

"Afortunadamente estas instalaciones son nuevas, fueron construidas por mi hermano Francisco y su buena construcción impidió que el fuego se propagara", precisó.

Don Guido Carmona está nervioso porque con cada lluvia se agranda más el socavón que tiene en la puerta de su casa ubicada en la calle Las Quintas, en el paradero Uno del cerro La Cruz en Valparaíso.

La calle Las Quintas es una arteria angosta por la que sólo cabe un vehículo. Por lo mismo es que cuando se topa uno subiendo y otro bajando se deben subir a la vereda sí o sí.

Fue en la época del megaincendio que azotó a Valparaíso que la vereda en la calle Las Quintas comenzó a ceder. "Pasaban camiones muy cargados así como también carros de bomberos. Ahí notamos que el concreto comenzó a ceder y hoy en día ya tenemos un gran hoyo justo afuera de nuestra casa", señaló al diario la Estrella Guido Carmona, quien se muestra preocupado porque con cada lluvia el socavón se agranda cada vez más.

"Con las últimas lluvias el agua ya comenzó a entrar a la casa por el socavón. Nos da miedo que en cualquier momento los cimientos comiencen a ceder y nos caigamos con casa y todo por la quebrada", agregó.

Guido Carmona señala que ya han hecho las solicitudes a la municipalidad para reparar la vereda, sin embargo no han obtenido una respuesta satisfactoria al respecto.

Sebastián Paredes C.

El viernes 11 de septiembre del año 2015 es una fecha marcada a fuego para los vecinos del cerro Esperanza. Y es que ese día lo que eran las dependencias del Club América hace más de cuatro años quedaron prácticamente en el suelo debido a una orden de desalojo que Carabineros hizo cumplir tras la compra del terreno por parte de la inmobiliaria Sociedad de Inversiones Villaman.

Ha pasado casi un año y lo que era un centro de reunión para los vecinos del sector, hoy está convertido en una guarida de delincuentes, además de ser antro de drogadicción y alcoholismo.

Andrea González vive en la calle Rodrigo de Triana en donde se ubicaba la sede vecinal. "Yo tengo que pasar todos los días por acá en las mañanas y en por las noches y la verdad es que es muy peligroso. Los delincuentes hacen lo que quieren y han asaltado ya a varias personas. No sé por qué sacaron la sede, pero desde que la sacaron esto se convirtió en un antro", señaló Andrea al diario La Estrella.

Eduardo Pérez es uno de los fundadores de Club América del cerro Esperanza e incluso compuso el himno del los colores de sus amores. Hoy ve con resignación cómo, por lo que tanto, luchó está en el suelo.

"Acá se perdió todo, el esfuerzo de los vecinos y la magia que había en el club. Hoy en día no tenemos sede y lo más dramático es que en este terreno no se ha hecho nada. Se lo han tomado los delincuentes, quienes se esconden para poder asaltar sorpresivamente a sus víctimas", señaló Pérez.

Por su parte Jaime Vargas, también fundador del Club América, señala que "yo tengo miedo de que pase algo peor, algo más grave. Me da miedo de que algunas de estas personas pueda violar o violentar a alguien". Los vecinos del sector señalan que la ex sede también es una antro de drogadictos, quienes vendrían de otros sectores a consumir droga.