Machismo: la gran causal de la violencia ejercida contra las mujeres
A raíz del terrible caso de Nabila Rifo, experta psicoanalista explica el por qué de los hombres agresivos.
Todo Chile está conmocionado por el terrible caso de Nabila Rifo, una mujer de 28 años, quien fue brutalmente agredida y golpeada hasta dejarla inconsciente en la vía pública de Coyhaique. Y como si fuera poco, le sacaron los ojos y abandonaron en la calle.
Ante este y otros actos de violencia ejercidos contra las mujeres, muchos de los cuales jamás salen a la luz pública, la experta psicoanalista y académica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Marcela González, analiza y explica las razones que desencadenan el comportamiento violento de los hombres hacia las mujeres.
La mujer como "cosa"
Según González, la violencia de género contra la mujer tiene su raíz en el machismo, que es un problema que afecta a toda nuestra sociedad.
"Es un factor político y social que implica una subordinación histórica de un sexo sobre el otro. Así se cosifica a las mujeres, permitiendo que por momentos y en situaciones que son críticas, un hombre pueda sentirse -de alguna forma- justificado de realizar cualquier acto por 'esa cosa' que era de él, y que ahora se niega a seguir siéndolo", afirma la psicoanalista.
Y explica que "dentro de todo eso, el hombre no puede soportar la idea de que la mujer sea 'de otro hombre'. Porque ya ese concepto de 'ser de otro', nos habla de lo mismo. La idea de una cosa, donde la mujer no sería un sujeto activo que decide y que elige, sino que pasaría a ser 'de un hombre a otro hombre'. Como se da en la línea habitual, donde una mujer de ser hija de un hombre, pasa a ser mujer de otro hombre, etc. O sea, siempre es objeto de... y sujeto no".
El machismo mata
Para Marcela González, experta en estos temas, la sociedad en que vivimos tiene una base machista y patriarcal que no deja de ejercer influencias en todo y todos.
"Lo importante yo creo es decir que es un machismo ejercido por hombres y mujeres. Ya que ambos transmiten ésta idea de distintas maneras. Los hombres, cosificando y separando a las mujeres entre las que son buenas y elegibles como madres y esposas. Y las que en cambio son malas y entonces son utilizables. Y las mujeres también nos creemos ese cuento, y transmitimos a nuestras hijas ese mismo miedo de ser tratadas como prescindibles. Versus de la decencia de la mujer honorable, madre, esposa y dueña de casa. Todas esas son polarizaciones súper nefastas para la integración de los distintos aspectos del ser de una persona", asegura.
Aceptar la diferencia
Por otro lado, González destaca que en los casos de violencia también se evidencia una especie de dificultad de los hombres para poder soportar lo que no logran entender, dominar o clasificar de lo femenino.
"Y responde con violencia cuando no ha logrado incorporar como posible el hecho de no poder controlar o dominar a la mujer. Entonces, cómo lograr en los discursos y en las conversaciones, en las relaciones de crianza el poder aceptar y enseñar que: no porque no conozcas del todo a alguien, y no logres imponer tu voluntad por sobre la otra persona, el otro es tu enemigo. La clave es aceptar la diferencia", concluye.
14 Femicidios se registran en lo que va del 2016 en Chile, uno de ellos ocurrió en la V región. Y fue el de Nancy Arenas de Los Andes.