Una pandilla juvenil fue capturada por Carabineros tras protagonizar la sustracción de un vehículo.

A las 20.00 horas del lunes R.P.B. estacionó su camioneta Chevrolet en la calle Obrien de cerro Barón. Pasada la medianoche acudió a buscarla, y se encontró con la desagradable sorpresa que no estaba. Alertó de lo sucedido al teléfono de emergencia 133, y se encargó el móvil a las diferentes unidades. Personal de la Tercera Comisaría Norte patrullaba por avenida España, y cerca de las 02.30 horas divisó el móvil en las inmediaciones de la casa central de la UTFSM.

Sus ocupantes fueron fiscalizados y arrestados sin que opusieran resistencia. Se trata de F.L.L., 15 años, D.T.S., 16, C.R.S., 17, J.C.V., 18 y C.B.P., de 17. Todos domiciliados en cerro Barón y sin antecedentes policiales. La camioneta estaba en buenas condiciones, salvo la luneta delantera quebrada, método usado para que se cometiera el delito. La Fiscalía dispuso que los cinco jóvenes fueran formalizados en el tribunal de garantía por robo de vehículo.

Dos noveles hampones que operaban en el plan porteño, fueron sacados de circulación por Carabineros. A las 21.35 horas la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Segunda Comisaría Central patrullaba por calle Independencia, y al llegar a la esquina de San Ignacio escucharon que un hombre gritaba "me están robando mi auto".

Los ladrones estaban a bordo de un furgón Combo gris, y cuando advirtieron la presencia policial, la dupla descendió del móvil y escapó a pie. Se inició una persecución por calle San Ignacio hacia la avenida Pedro Montt, que prosiguió hasta calle Freire donde se produjo el arresto. Los imputados M.J.A.S., de 14 años, y J.A.A.R., de 20, ambos domiciliados en la población la Laguna de Los Placeres, portaban un destornillador con la punta afilada y una llave de auto doblada, elementos utilizados para forzar los vehículos. La víctima del delito fue el comerciante J.J.C.D., de 37 años, a quien los antisociales estuvieron a punto de robarle su instrumento de trabajo, el que terminó con daños en su chapa y llave de contacto. Reconoció a los imputados que fueron llevados al tribunal de garantía.

Fabián San Martín D.

Atemorizados están los alumnos de un liceo porteño, que sindican a un ex compañero como el responsable de asaltos en las afueras del plantel.

De acuerdo a datos recabados por La Estrella, la situación afecta a estudiantes del liceo técnico profesional Barón, ubicado en las calles González con Tocornal. Menores de 15 y 16 años del citado plantel, acudieron con sus apoderados hasta la Tercera Comisaría Norte, para denunciar un robo con intimidación.

"Fue como a las 7.45 horas. Estaba oscuro y cuando íbamos llegando con mi amigo al liceo, a una cuadra aproximadamente, apareció un tipo y me preguntó la hora. Después me colocó una cuchilla en el cuello y me quitó el celular. Dijo que si no lo entregaba me iba a poner unas puñaladas", relató una de las víctimas.

Pero el solitario antisocial no se conformó con el botín, ya que a otros estudiantes -de 2° y 3° medio- que llegaban a clases, también los intimidó y les arrebató sus equipos móviles. Habría escapado con al menos seis aparatos telefónicos, pero antes de irse amenazó con que si contaban lo acontecido a las autoridades, regresaría para lesionarlos con el arma blanca. Por miedo dos de los afectados comunicaron del hecho al liceo y a sus padres al día siguiente, por lo que ayer fueron a la comisaría. Otros no quisieron denunciarlo.

El responsable de estos delitos sería un ex alumno del propio Liceo Barón, apodado "El Botai", el que fue expulsado hace un par de semanas junto a un hermano, por su mal comportamiento. Sería un adicto a las drogas y el año pasado ya lesionó con una cuchilla a un compañero de curso. Tendría antecedentes policiales. "Es preocupante lo que está sucediendo. Imagínese que a futuro llamaran a la casa diciendo que a nuestro hijo lo apuñalaron por robarle un celular", señalaron las madres de las víctimas, que están a la espera de ser citadas a declarar a la Fiscalía.

Tanto ellas como otros apoderados, esperan que la policía intensifique la vigilancia en el sector, porque temen que el antisocial siga con los atracos a sus ex compañeros de estudio.