La gran traición

"Hay un aparato de defraudación". La declaración del ex coronel Clovis Montero, ex tesorero del Estado Mayor del Ejército y uno de los implicados en el bullado caso de fraudes denominado "Milicogate", es más que significativa en relación a lo ocurrido dentro de una de las instituciones más emblemáticas de nuestra república: un fraude sistemático y a toda escala, sostenido en el tiempo y cuyas dimensiones aún no han sido del todo cuantificadas.

El periodista Mauricio Weibel ha pintado un retrato de esta historia impactante en su libro "Traición a la patria", editado a comienzos de este mes y que resume una larga y difícil investigación, parte de la cual fue publicada a través de reportajes en The Clinic. Lo que Weibel revela no es un caso aislado de mal uso de dineros públicos, sino un sistema de corruptela generalizada que atraviesa varias capas del Ejército.

"Existen dos desfalcos en esta historia. Uno, el más evidente, es el desvío de fondos de la Ley Reservada del Cobre para el enriquecimiento de uniformados y civiles. El otro es el desfalco democrático, el más inexcusable, la auténtica traición a la patria", escribe el autor.

El "Milicogate" refiere a una serie de defraudaciones detectadas en los últimos años a partir del mal uso de los millonarios fondos de la Ley Reservada del Cobre, que otorga a las Fuerzas Armadas montos altísimos de dinero para gastos militares que se utilizan -como se desprende de la investigación- sin ningún tipo eficiente de control o auditoría. De allí emerge tal vez el más escandaloso de los casos del "Milicogate": el del cabo Juan Carlos Cruz, encargado de llevar las finanzas del Comando de Apoyo a la Fuerza -donde se centralizaban los gastos de estos millonarios fondos-, quien en un plazo de seis años dilapidó más de 2.000 millones de pesos en las tragamonedas del casino Monticello... El caso del cabo Cruz es ciertamente escandaloso, pero no único. La investigación de Weibel revela que desde generales a suboficiales usufructaron de estos dineros, a través de compras fraudelantas, facturas materialmente falsas, falsificación de firmas y un largo y vergonzoso etcétera de procedimientos corruptos, destinados al enriquecimiento personal, en un sistema sin el suficiente control y con demasiada complicidad. El caso del armero Waldo Pinto demuestra que la escala de corrupción moral traspasaba el acto de las facturas falsas o las compras adulteradas. Sus testimonios revelan cómo oficiales del ejército le pedían depósitos en dinero e incluso le obligaban a pagar comidas en restoranes para mantenerlo como proveedor.

"Traición a la patria" se convierte en un libro necesario para entender el famoso "Milicogate", pero sobre todo para reflexionar acerca de porqué es necesario abrir las ventanas y dejar entrar la luz a aquellos espacios confinados donde la codicia, la soberbia y una alucinante danza de millones han propiciado la corrupción.