Reñaca Alto está que arde por aparición de nuevo campamento
En poco más de una semana, casi 40 familias levantaron unas tomas en una quebrada de Viña del Mar. Sus vecinos dicen que causan problemas; ellos piden comprensión.
Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
"La Esperanza de vivir en Reñaca Alto", es el nombre del nuevo campamento que se formó hace muy poco en Viña del Mar, el que tiene muy intranquilos a los residentes aledaños, quienes aseguran que no quieren tener de vecinos a las tomas.
La Quinta Región ha sido históricamente uno de los sectores del país donde más se ha arraigado el fenómeno de los campamentos, y un nuevo capítulo de este controversial tema se ha escrito otra vez en la ciudad jardín, que debería llamarse "la ciudad de los campamentos". En una quebrada ubicada al costado de la calle Rossellot se ubica un campamento recién formado. El terreno está en desuso de hace un tiempo, lo que fue aprovechado por un grupo de familias que encontraron en esa quebrada un terreno para constuir sus casas.
Toma express
Según lo señalado por vecinos de la toma, esta se formó de un día para otro, pues un día sábado despertaron y se dieron cuenta de que habían decenas de personas instalándose con bolsos, mochilas y carpas. Además con el correr de los días han llegado más personas con tablas, planchas y pendones para construir sus precarias viviendas.
Esto tiene preocupados a los vecinos, quienes señalan que no quieren tener que convivir con el campamento porque en el poco tiempo que tiene, ya les ha causado varios problemas relacionados con las drogas y el alcohol.
Los vecinos están decididos a sacar las tomas del sector, y ya han reunido más de 300 firmas con ese fin. El tema de la delincuencia es uno de los que más se repite entre sus quejas, ya que según cuentan, la semana pasada los niveles de delincuencia se dispararon inexplicablemente, con lanzasos, asaltos a estudiantes y varios casos de personas que intentan meterse a las casas, lo que tiene a los residentes y locatarios muy inquietos. "Hay bastante preocupación en esta semana por el tema de la toma porque, ya sea coincidencia o no, han habido bastantes asaltos, sobre todo a estudiantes, amenazas con arma blanca, y balaceras con grupos de Glorias Navales que tienen rivalidad con ellos. Entonces el tema está bastante complicado", señala uno de los vecinos, quien no quiso revelar su nombre por miedo a represalias. De hecho, los residentes cuentan que algunos ya mantienen resguardo policial en sus viviendas porque ya se produjeron discusiones y peleas con los integrantes del campamento.
El vecino explica que por todas estas razones, están decididos a actuar para ponerle freno a esta situación antes de que llegue más gente y la toma se salga de control. "Es todo un tema acá, ha escalado muy rápido, en una semana han hecho muchas cosas, ingresan a las casas, sacan agua, se ponen agresivos, paran autos, piden dinero y se han visto episodios de armas de fuego y arma blanca", explica el residente y agrega que lo que quieren como comunidad es que la autoridad haga algo para regularizar la situación en la que se encuentran. "Como es un terreno de una inmobiliaria, es privado, entonces alguien tiene que hacerse responsable por esto. Hay que sacarlos a la brevedad porque está afectando a muchas personas, casi 700 personas que viven acá y se han visto afectados en la parte de la seguridad y la salud mental", finaliza.
El otro lado
Desde la otra cara de la moneda, los integrantes del campamento aseguran que son gente de esfuerzo que llegaron allí porque no tienen otro lugar donde ir y no tienen ninguna intención de causar problemas a sus nuevos vecinos.
Al cruzar los alambres y mallas que cercan el terreno se puede ver varias carpas, pero además se ve a gente que llega con palos, tablas y palas para "construir" lo que será su nuevo hogar, lo que da cuenta de que no tienen ninguna intención de salir.
La mayoría son familias que vivían en tomas más abajo y se organizaron para mudarse en conjunto a este lugar, que es más espacioso pero que no cuentan con ninguno de los servicios básicos por el momento.
Desde la vocería de los residentes de las tomas, Juan Carlos Tapia, señala que hace más de un mes se organizaron como comités para tomarse ese terreno y se hizo la consulta a los dueños del terreno, quienes planeaban construir edificios allí, pero por razones ajenas no pudieron y el terreno quedó desocupado, así que aprovecharon la ventana para llegar allá. "Nosotros no queremos armar peleas, nos vinimos pacíficamente y sin ánimo de molestar. Esto es por necesidad porque derepente uno opta a subsidios y puede estar como 8 años esperando, entonces no tenemos donde más vivir", señala Juan Carlos Tapia.
Respecto del tema de la delincuencia que acusaron los vecinos de las casas cercanas, Juan Carlos Tapia advierte que no es tan así y explica que la gente tiene un prejuicio con la gente de los campanentos, a quienes se sindica como delincuentes o drogadictos, lo cual no sería efectivo. "Normalmente donde tú vayas, si se hace una toma, todos piensan que es así, te van a mirar en menos 'antes de'. Si ellos se acercaran a nosotros y conversáramos podrían ver somos gente que trabaja duro y no tenemos ninguna intención de causar problemas acá" asegura Juan Carlos y añade que como comité tienen toda la intención de llegar a un acuerdo con sus vecinos para que ambas realidades puedan convivir en el mismo lugar. "Yo la otra vez conversé con un dirigiente vecinal y le propuse que me dijera cuales son las cosas que les molestan para ver qué podemos mejorar. Yo de verdad que los entiendo a ellos, yo los entiendo que no les guste esto, pero hay que buscar una alternativa. Ahora con el tema de la delincuencia, no te niego que pueda haber algunos casos, pero nosotros somos honrados, la gente tiene un prejuicio con nosotros", señala Juan Carlos Tapia, mientras a su espalda un grupo de jóvenes corta la maleza de unos matorrales.