Libertad y conexión con el entorno. Esos son los conceptos que definen al tercer disco solista de Álex Anwandter, Amiga. El cantautor nacional publicó a comienzos de este mes un álbum sincero, directo, cuyas letras cuestionan imaginarios sociales sobre lo que significa ser hombre, ser mujer y ser homosexual.
El sucesor de Odisea (2010) y Rebeldes (2011) es una declaración de creencias y principios del ex líder de Teleradio Donoso. El cantautor de 33 años no se restringió a la hora de cuestionar temáticas complejas como la discriminación y el machismo. Y aunque ya se ha referido a estos temas en el pasado, esta vez lo hace con más fuerza.
"Me gusta harto el último disco musicalmente por cómo dejé que fluyeran mis influencias muy libremente, sin limitarme. Y creo que se nota que es muy mío. En términos del contenido, creo que la palabra que usaría para definirlo es conexión. Un nivel de conexión mayor, tanto conmigo mismo como con mi entorno", dice en una amena conversación en las oficinas de Chilevisión Música, sello responsable de la difusión de Amiga en el país. "Lo veo como un disco de reflexiones sociales que son hechas a través mío", añade.
Prueba de la libertad expresada en este disco es la canción "Manifiesto". Allí se pone en los zapatos de un transexual, con letra explícita. "Hoy soy mujer, el maricón del pueblo, aunque me prendan fuego", dice en una de sus estrofas. "Yo quiero ser un manifiesto, hecho cuerpo, sin cuerpo, que va a disparar. Y entiendo toda tu violencia, que niño mío no es ciencia, que lo justo no es normal, defiéndete no más", añade la misma obra.
Manifiesto tiene una letra muy directa ¿Puede interpretarse como el corazón del disco? ¿Te parece que es una canción crucial dentro de Amiga?
-Sí. Cuando me da miedo publicar una canción, siento que estoy haciendo algo bien…
¿Sentiste miedo?
-Claro, imagínate. Que un hombre grite que es mujer es una cuestión casi revolucionaria todavía. Y no lo digo en modo "uy, que bacán soy", toda la población trans hace eso de manera mucho más fuerte a diario. Y eso a mí me produce una admiración muy grande, y habla sobre lo malo que es en ojos de la sociedad ser mujer. Toda la discriminación homofóbica entre hombres tiene que ver con eso, que los hombres están actuando como mujeres y eso es malo. Inconscientemente -no en realidad no fue nada inconsciente-, me pareció equivocado poner esa canción al final del disco, y por eso lo dejé en el centro. Está justo en el medio de todas las canciones porque cualquier otro lugar le hubiera restado importancia. Y cuando uno declara sus creencias, hay que hacerlo frontalmente.
¿Sientes que estás siendo voz de personas que no estaban siendo representadas en la industria musical? -Creo que no lo veo tan desde mí, lo veo más evaluando mi entorno, lo que se dice y lo que no se dice. A mí me sorprendió un montón cuando me dijeron que "Tatuaje" era la primera canción de un hombre dirigida a otro hombre, pero yo no me propuse "saben qué más, voy a hacer la primera canción de Chile que hable de esto" (risas). No funciona así. Es producto de una reflexión propia. Yo me dije, cuando estaba escribiendo esa canción, que no me iba a censurar. Estoy seguro de que otros compositores y compositoras pensaron en una persona del mismo sexo para escribir y se autocensuraron. Yo lo que hice fue no practicar esa violencia hacia mí mismo. Creo que me dediqué en este disco a desmantelar las nociones sobre qué es lo que es ser hombre y qué es lo que es ser mujer. Y ese desmantelamiento es súper fácil hacerlo a través de preguntas. Es fácil hacer que esa casa de naipes se derrumbe.
Anwandter dejó pasar casi cinco años desde su anterior disco en solitario. En ese entre tiempo publicó Álex y Daniel (2013), una colaboración de estudio que lo reunió con Gepe (Daniel Riveros). Al cantante le acomoda hacer colaboraciones, y por eso llamó a otros artistas para ser parte de Amiga. Entre ellos se destacan Julieta Venegas y los argentinos de Miranda!, quienes están presentes en Caminando a la fábrica y Siempre es viernes, respectivamente.
"Yo compuse las canciones. Y los invité porque me parecía que calzaban con su identidad musical. Pero básicamente, como el disco toca temas colectivos, me pareció bonito y simbólico que muchas personas estuvieran en el disco, cantando, tocando", dice.
"Otro propósito que me pareció bien hacer, de manera piola, fue tender un puente con otros países de Latinoamérica. No para "pegarle el palo al gato" comercialmente, sino que, en un nivel simbólico, conectar los puntos y dar a entender que estamos hablando de una visión latinoamericana", apunta.