Erika Rojas Salazar
Los wanderinos destacan por ser unos apasionados, sufridos y enamorados de su equipo. Sienten ese amor incondicional del primer enamoramiento juvenil, es por eso que cuando llegan técnicos como Alfredo Arias y su grupo, el hincha lo valora y figuras como David Pizarro piden que se le renueve el contrato.
Alfredo Arias es directo, claro en sus ideas y motivador, tanto así que él mismo se consigue premios para sus jugadores. Suena casi como fútbol amateur, sin embargo ha sido una estrategia que mantiene contento al plantel y le da ese toque lúdico que necesitan todos los seres humanos en momentos decisivos o de extrema competitividad.
El jueves, antes del temporal y ad portas del duelo con Unión Española, los jugadores patearon penales, en tandas de uno en uno y los mejores lanzadores y atajadores se llevaron tarjetas de regalo (giftcard en conocidas tiendas) y lavados de autos y hasta celulares, entre otros.
"Lo hago como una forma de motivarlos. Empezamos con algo pequeño, seguimos con perfumes y ahora ya cuento con regalos de algunos auspiciadores", comenta Arias, quien no tiene problema de transparentar todo lo que la prensa le consulte.
Así como el mismo Arias contó hace algunos meses que realizaba viajes de "incógnito" a Valparaíso, para empaparse del hincha caturro, también hay ocasiones que los casos llegan hasta el mismo complejo de Mantagua.
Casi ciego
"El jueves la vida me dio una enseñanza enorme... Nos llevó al entrenamiento a un "angelito" que lucha por no perder de forma definitiva la visión (ya perdió la vista de un ojito). Su deseo era ver a los jugadores, sus ídolos, a su equipo. Verlo disfrutar cada momento con los muchachos me mostró una vez más por donde va la vida. Yo no sé qué pasará dentro de 15 días cuando se de el pitazo final, sólo se que el camino que hemos transcurrido con este grupo y la gente viene siendo nuestro mayor premio", escribió en su Twitter el preparador físico Ignacio Berriel en su cuenta @pfberriel.
A quien alude Berriel es al pequeño Renato de 8 años, quien la semana pasada llegó junto a sus padres a Mantagua, proveniente de Melipilla. El menor se hizo wanderino gracias a la campaña de fines del 2014. Ese día Berriel lo invitó a elongar con los jugadores y luego se fotografiaron con él.
En esta campaña todo ha sumado, hasta las carencias, pues debido a la falta de presupuesto, salieron a relucir los canteranos, que tanta alegría le han entregado a los hinchas.
"Es un orgullo tener a estos muchachos que quieren ganar, ser campeones y no se si alguien lo quiere más que ellos", indicó Arias, quien enfatizó en una idea que brindó desde diciembre: "Wanderers es un gigante dormido, el día que se despierte, con toda una ciudad detrás, será maravilloso. No si otros equipos quieren ser más campeones como nosotros. Pero lo que si estoy seguro es que nadie lo merece como esta ciudad que ha sido tan golpeada", manifestó el técnico caturro.
Mientras Héctor "Samanta" Rodríguez, ayudante de Arias, declaró con pasión: "Que decir que ya no lo hayan escrito, leído o sentido... Soy muy burro, y no sé describir lo que siento por eso, solo diré: Gracias por su fútbol".
Ahora Wanderers debe medirse este domingo 24 ante Deportes Antofagasta en Valparaíso a las 18.00 horas. Será el último duelo de los locales en casa y sin restricción o castigo de llenar las galerías. De ahí que la idea es repletar de globos las tribunas y agradecer lo hecho por los jugadores en Playa Ancha.
El valor de las entradas será de Pacífico $ 8.000; Marquesina $ 12.000; Andes $ 5.500 y Galerías $ 4.000 hasta el viernes 22 por internet y en la sede.