Justicia animal
Espero que tanto las policías, así como a quienes les corresponde administrar e impartir justicia, no cierren los ojos y hagan vista gorda de la barbarie que cometió el asesino del perro que fue arrastrado por una camioneta hasta asfixiarlo y desmembrarlo. Estas atrocidades se conocen gracias a las denuncias que se hacen en las redes sociales por personas que de verdad respetan la vida, no como otros.
El psicópata que castigó así a ese pobre animal debería ser castigado con cárcel así también el infeliz que arrojó agua hirviendo a un perrito que sólo pedía algunas sobras en el restaurant Ají Seco de Santiago. No merecen nada más que un castigo ejemplar, no sólo la condena pública, eso es sólo cosmética.
Sergio Moya Bugueño.